MADRID.- Martín Sarasola: 30 años y sólo seis como integrante de la banda terrorista ETA. En tan poco tiempo se ha labrado un currículum tan intenso como corto. El veinteañero que jugaba al fútbol en Lesaka consolidó su carrera siendo uno de los artífices del atentado del aparcamiento de la T-4 de Barajas, en Madrid. El domingo día 6 fue detenido por la Guardia Civil junto a su amigo y compañero, Igor Portu.
El inicio del Comando Elurra (nieve en euskera), formado por cuatro miembros legales de ETA y del que supuestamente era líder Martín Sarasola, se remonta al año 2001. Todo empezó a través de José Antonio Aranibar, mano derecha de "Txeroki" y detenido el 3 de julio de 2007 en el País Vasco Francés, quien llamó a Sarasola para formar parte de la banda especial.
Éste, a su vez, fue el encargado de captar a los otros miembros de la banda: Igor Portu – también detenido e ingresado en el hospital–, Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián, que permanecen huidos. Los cuatro formaban parte de una cuadrilla de amigos de toda la vida en Lesaka, Navarra. Se hicieron amigos de pequeños, jugando al fútbol en el equipo del pueblo, y llevaban una vida aparentemente normal. No estaban vinculados con ningún acto de la kale borroka ni eran militantes de Jarrai-Haika-Segi.
En sus inicios, los cuatro actuaban como 'mugalaris' o pasadores de activistas de un lado a otro de la frontera de Francia. Con el tiempo, se ganaron la confianza de la banda. A partir de 2002 se encargaron del traslado de explosivos y armamento destinados a los comandos instalados en España.
Cuatro años después del nacimiento del grupo, se llevó a cabo su reconversión y empezaron a actuar como activistas. El estreno se produjo el 21 de diciembre de 2005. Según las investigaciones, Sarasola y sus compañeros fueron los encargados de ayudar a huir al etarra que colocó el coche bomba contra la discoteca 'Bordatxo', en la localidad navarra de Santesteban, a 19 kilómetros de Lesaka. Aunque no hubo víctimas, la sala de fiestas quedó destrozada
A Sarasola también se le atribuye otra de las acciones ocurrida durante el último alto el fuego de ETA. La Policía sospecha que él era uno de los dos activistas que, encapuchados y armados con fusiles G-3, realizaron siete disparos al aire mientras un tercer individuo sin identificar leía un comunicado.
Pero sin duda, el mayor "logro" de los cuatro miembros de 'Eturra' fue el atentado del aparcamiento de la T4 de Barajas, el 30 de diciembre de 2006, que acabó con la vida de los dos ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate.
El propio Sarasola lo reconoció tras ser detenido. En días anteriores al atentado se coló en Barajas disfrazado con una muleta y arrastrando una maleta con ruedas. La Policía pudo contratar la versión del presunto etarra a través de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del aeropuerto.
El comando reapareció en Castellón en agosto después de la ruptura del alto el fuego. En esta ocasión fracasaron en otro intento de atentado. El método que iban a utilizar era, según la Policía, el mismo que se había llevado a cabo en el atentado de Barajas.
Su próximo objetivo, según ha dicho el Ministerio del Interior, era el centro financiero de AZCA, en Madrid. Al parecer, Sarasola y Portu querían caldear la campaña electoral haciendo explotar una bomba en el centro de la capital. ETA ha tenido siempre una especial querencia por este lugar ya en otras dos ocasiones ha intentado perpetrar un atentado en la zona.
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