Valencia.- Un centenar de personas convocadas por la Asociación de víctimas del metro 3 de julio se ha concentrado hoy en Valencia para anunciar que en el nuevo año 2008 "siguen esperando respuestas" pese al "carpetazo judicial" y las "bofetadas" que han recibido, y que seguirán planteando recursos en los tribunales nacionales.
Según ha explicado el presidente de la asociación, Enric Chulio, tras la concentración en la plaza de la Virgen de Valencia, el archivo definitivo de la causa por la titular del Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia se corresponde con lo que ya esperaban.
No obstante, Chulio ha lamentado que se haya producido en unas fechas en que la mayoría de ciudadanos está pendiente de las fiestas.
Chulio ha asegurado que, con este segundo archivo, se pretende "cerrar el círculo" que los políticos comenzaron a trazar en la comisión de investigación celebrada en Les Corts durante el verano de 2006.
En el comunicado que ha leído, tras los cinco minutos de silencio en recuerdo de las 43 víctimas mortales del accidente de metro, el portavoz de la asociación, Miguel Ángel Muñoz, ha destacado que quedan muchas preguntas sin responder.
En primer lugar, ha asegurado que, según la juez, "todo funcionó bien y que la velocidad fue la causante del incidente", aunque cuestiona que entonces se hable de accidente "porque cuando todo funciona bien es imposible que haya accidentes".
Por tanto, ha instado a la juez a referirse al accidente "como un atentado contra la vida de los viajeros".
Aún así, ha asegurado que los familiares de las víctimas siguen sin comprender "cómo el conductor se pudo despistar más de 20 segundos que fue el tiempo en el que el tren superó la velocidad máxima del trayecto".
Ha afirmado que el conductor "sí que accionó el freno de servicio unos metros después de pasar por la señal de limitación de velocidad 3 segundos antes del accidentes" sin conseguir que el convoy se detuviera, ni siquiera al activar el freno de urgencia un segundo después.
Muñoz ha reclamado conocer cómo el tren circuló 51 metros más a la velocidad de 80,89 kilómetros por hora antes de la curva, dos segundos después de haberse accionado los frenos.
En segundo lugar, ha exigido respuestas al motivo de que todos los fallecido estuvieran diseminados fuera del tren "ya que las ventanas no aguantaron el supuesto impacto".
A su juicio, si los viajeros hubieran permanecido dentro del tren el número de víctimas habría sido mucho menor.
En tercer lugar, se ha referido a la falta de medidas emprendidas por el juzgado para la custodia de las pruebas, ya que podrían "haber sido viciadas por cualquiera" al estar bajo custodia de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) en Valencia Sud.
De la fiscal Asunción Calvo ha afirmado que sus "pocas preguntas a los peritos y su seguir fiel a las decisiones de la juez explican el poco interés que ha tenido".
En referencia a las indemnizaciones, ha explicado que la compañía de seguros debería haberlas abonado "ya que la suma total era inferior a 12 millones establecidos en la póliza de responsabilidad patrimonial".
Según ha señalado, la aseguradora ha pagado 5,4 millones de los 8,7 millones y FGV ha abonado 3,3 millones, por lo que quedan 973.034 euros para posibles reclamaciones, según la Sindicatura de Comptes.
Muñoz ha asegurado que las familias seguirán planteando recursos al caso en los tribunales nacionales, aunque descartan plantear un recurso conjunto como asociación a causa de sus limitados recursos económicos.
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