Hegyeshalom entra en la Europa del futuro

Hegyeshalom (Hungria).-  Para esta remota localidad de Hungría, de menos de 4.000 habitantes, fronteriza a la vez con Austria y Eslovaquia y donde los controles aduaneros aún recordaban los tiempos de la guerra fría, la Europa del futuro ha empezado hoy.

Decenas de policías de los tres países, que durante años han sellado pasaportes en interminables colas de la autopista cercana al pueblo asistieron hoy, entre curiosos y asombrados, a la llegada de un insólito y nutrido grupo de gobernantes europeos para escenificar el fin de una era.

La mayoría de los agentes tendrá que cambiar de destino porque los habitantes de Hegyeshalom, como el resto de los húngaros y los eslovacos, ya pueden entrar en Austria y recorrer Europa sin necesidad de pasaporte, un documento que desde aquí llevó a la libertad, a la cárcel e incluso a la muerte a más de un viajero.

La posibilidad que ahora tienen los húngaros de recorrer a su antojo la Unión Europea, sin tener que parar en controles fronterizos o enseñar documento alguno, es lo que da "más sensación de Europa", en palabras del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

Según su compatriota el primer ministro luso, José Sócrates, cuyo país preside este semestre la UE, esa misma libertad es lo que hizo también en 1995 sentirse realmente europeos a los portugueses, que a partir de ese año pudieron también cruzar sin detenerse la frontera española.

Ambos políticos acudieron hoy a Hegyeshalom, dentro de una maratoniana gira de dos días por cuatro fronteras europeas, para celebrar con nueve de los diez últimos países incorporados a la Unión Europea la ampliación del espacio Schengen.

El grupo de 15 naciones europeas que habían suscrito ya el acuerdo nacido en el pueblo luxemburgués de Schengen en 1985 se amplió formalmente el viernes a 24, aunque todavía no forman parte del club sin fronteras el Reino Unido, Irlanda y, entre los socios más nuevos de la UE, Chipre, Bulgaria y Rumanía.

El primer ministro eslovaco, Robert Fico, participante también en las ceremonias de Hegyeshalom junto a su colega húngaro, Ferenc Gyurcsany, consideró que para su país la entrada en el espacio Schengen "abre una nueva era".

Sócrates y Barroso visitaron a Fico el viernes en Bratislava después de reunirse en la pequeña localidad alemana de Zittau, que hace también doble frontera con Polonia y la República Checa, con la canciller germana, Angela Merkel, el primer ministro polaco, Donald Tusk, y el checo, Mirek Topolanek.

Apenas tres horas después otra concurrida frontera europea, la del brumoso puerto de Tallín, se abría también en presencia de los dos políticos portugueses y de otros cuatro primeros ministros -los bálticos y Finlandia- que llegaron en Ferry y pasaron junto a las ventanillas de un control de aduanas por primera vez vacío.

Antes de regresar a Lisboa y Bruselas Sócrates y Barroso se desplazan hoy a una cuarta frontera comunitaria, la de Skofije-Rabuise, entre Eslovenia e Italia, para celebrar una última abolición de controles con gobernantes de las dos naciones.

Sócrates insistió, en varios discursos, en la satisfacción de concluir el semestre portugués de presidencia comunitaria -destacado por la firma del Tratado europeo de Lisboa-, con un hecho como la ampliación de Schengen, de gran simbolismo en la construcción de "una Europa democrática, más libre y más segura".

Pero además subrayó su orgullo patrio porque haya sido una empresa portuguesa de informática la creadora del sistema de conexión entre las bases de datos del sistema de información de Schengen (SIS) y los archivos nacionales de los nuevos miembros.

Bruselas planteó retrasar la ampliación del espacio sin fronteras hasta finalizar un SIS-2 que integrara todas las bases de datos, pero Lisboa propuso hacer un desarrollo provisional, bautizado SISone4ALL, que superó con éxito todas las pruebas.

Barroso recordó en Bratislava que la abolición de las fronteras internas exige un mayor esfuerzo y cooperación para fortalecer la frontera externa común y evitar que el espacio Schengen facilite la circulación de delincuentes.