México.- La mexicana Isabel Miranda, empeñada en dar con los autores del secuestro y asesinato de su hijo, el empresario Hugo Alberto Wallace, pidió hoy "agilizar" la deportación desde EE.UU. de una sospechosa que ella misma ayudó a ubicar.
Isabel Miranda de Wallace explicó en entrevista con Efe que, a través de la fiscalía general mexicana solicitó la colaboración de las autoridades estadounidenses para que de manera "especial" atiendan la deportación de Brenda Quevedo Cruz, supuesta implicada en el secuestro y homicidio de su hijo.
Wallace, cuyo objetivo final es dar con los restos de su hijo y poder enterrarlo, sostuvo que "a más tardar" en dos días espera una respuesta favorable de EE.UU.
Desde julio de 2006 esta madre mexicana ha logrado, por sus propios medios, ayudar a atrapar a varios de los implicados.
Una de las estrategias adoptadas por esta mujer fue pagar grandes avisos colocados en la vía pública de la capital mexicana, en los que ofrecía recompensas a quienes dieran información sobre el paradero de su hijo, de 36 años, o de los sospechosos de su secuestro.
Entre los supuestos implicados aparecen Brenda Quevedo Cruz y Jacobo Tagle Dobin, este último todavía prófugo.
Wallace ofreció, en avisos con la leyenda "secuestradores y asesinos", una recompensa de 50.000 pesos (4.545 dólares) a quien diera información que condujera a la captura de Quevedo y otra de 250.000 pesos (22.730 dólares) por Tagle, supuestos amantes.
Explicó que en días pasados recibió un correo electrónico en el que una persona le avisaba de la detención de Quevedo en Estados Unidos por haber ingresado indocumentada a ese país.
Según Wallace, la detenida trabajó un tiempo en el restaurante "Mojito Tapas" de la ciudad estadounidense de Kentucky.
A raíz de esta detención, anunció que elevará a medio millón de pesos (unos 45.870 dólares) la recompensa por Tagle, el último de los integrantes de la banda de secuestradores que no ha sido apresado.
"Para mí ha sido un largo peregrinaje y ahora lograr todo esto y poder llegar a dónde se encuentra (el cadáver de) mi hijo será un grito de amor porque siento que aún la mitad de mi vida permanece afuera", puntualizó.
Hugo Alberto Wallace cayó el 11 de julio de 2005 en manos de una banda de secuestradores dirigida por un ex policía, después de que lo sedujera una mujer, amante del líder de la organización.
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