La cocinera prepara unos totopos en la freidora a la espera de que llegue alguna comanda. Los consejos dados hace días para evitar en lo posible los lugares en los que hubiese grandes concentraciones de personas, unido a la llamada a quedarse en casa los primeros cinco días de mayo, han hecho mella en la hostelería mexicana, y en los que cobran por día trabajado. Muchos han dejado de percibir el sueldo de casi una semana.
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