Aunque la tormenta haya amainado, no hay despistarse al salir a la calle en bici. Con el suelo mojado es más difícil maniobrar ya que hay más posibilidades de resbalar, por ejemplo, en un giro brusco. Cuidado sobre todo con los trazos de pintura como los pasos de cebra. En la imagen, estos aficionados a la bicicleta se reúnen frente al Museo de Arte Contemporáneo de Chicago (EEUU) en un día lluvioso. Foto de: stirwise.