La lluvia, el frío o la niebla no deben desanimarte a la hora de coger la bici. Con unos sencillos consejos y extremando la precaución, pedalear en invierno es una alternativa tan buena como hacerlo en verano. Cuando el termómetro marca bajo cero, es aconsejable ir bien abrigado con ropa cómoda y transpirable. Una opción: vestirnos por "capas", como una cebolla, para adaptarnos a los cambios de temperatura. La capa interna nos permitirá mantener el calor corporal, evitando que nos empapemos de sudor; y la externa nos protegerá del frío de fuera. Foto de: LexnGer (Toronto)