Si Obama arriesgó, McCain mucho más. El candidato republicano, de 72 años, se embarcó en un agotador día de 22 horas, con mítines en siete estados. Era su última posibilidad de alterar las encuestas, que prevén su derrota. En Nevada, estuvo junto al senador Joe Lieberman. Había que estar acompañado de las mejores bazas.