El descomunal ego John Galliano, modisto de Dior, sale a desfilar cada vez que presenta una colección. Resulta que saber de qué guisa aparecerá a saludar es un entretenimiento en desfiles que cada vez son más peregrinos. Vale, esta vez no fue de pirata ni de torero, pero fue de sí mismo y eso, como bien saben los de Muchachada Nui, nunca defrauda.