No es que Marc Jacobs se haya 'inspirado' en la colección de Prada del verano pasado, que parece que sí -los pijamas japoneses floreados y las sandalias auténticas en la primera foto-, sino que ni en el intento de epatar con el kilt es original, ya que es un clásico de McQueen. Por lo demás casi es mejor que no se dedique a innovar porque desde que le dio por ejercer de starlett ha perdido un poco el norte y sus colecciones basadas en lujosos tiempos pasados matizados con el grunge no tienen la gracia del principio. Lo bueno es que en Marc by Marc sí que conserva algo de su genialidad.