Buena parte de Argentina se encuentra cubierta por una nube de humo que ha obligado a imponer restricciones al tráfico terrestre, marítimo y aéreo y un plan de atención urgente en hospitales. El origen de este problema se encuentra en la quema de unas 70.000 hectáreas de rastrojos en las islas del delta del Paraná y en los vientos que extienden la gigantesca nube de humo, que ya ha alcanzado incluso el sur de Uruguay. El Gobierno acusa de "irracionales" a los agricultores que iniciaron la quema, mientras los ciudadanos critican la falta de previsión del Gobierno. Los bomberos tratan de combatir los 292 focos de incendios, aunque la falta de visibilidad dificulta sus labores.