La antorcha olímpica sigue su accidentado recorrido por el mundo. Hoy ha llegado a la India, donde se temían grandes protestas contra la política china en el Tíbet, ya que el país acoge cerca de 100.000 refugiados tibetanos, la mayor concentración fuera del Tíbet. La jornada se ha desarrollado entre enormes medidas de seguridad y se ha saldado con la detención de 320 activistas en Nueva Delhi y Bombay. Algunos de los manifestantes han pedido -como aparece en la imagen- la apertura del diálogo entre el Dalai Lama y las autoridades chinas, las cuales se niegan a entablar conversaciones con el dirigente tibetano, pues le acusan de perseguir la independencia de la región y de alentar protestas violentas.