Un gran barco encallado y enormes guardianes, obras de Mascaró que llegan a España

Málaga.-  El esqueleto de un gran barco de 17 metros de largo y dos de altura y una decena de guardianes de unos tres metros de alto por casi dos de ancho, creados en hierro por el escultor nacido en París Xavier Mascaró, han llegado por vez primera a España y se exhiben en la calle en pleno centro de Málaga.

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(EFE)

El público pasea entre los diez guardianes de hierro de gran tamaño dispuestos en fila en el Paseo del Parque de Málaga que forman parte de la exposición al aire libre "Xavier Mascaró. Esculturas", la primera muestra de piezas monumentales del artista, que ha elegido la capital malagueña para exponer en España.

La embarcación y los custodios -que el pasado año tomaron los jardines del Palacio Real de París, donde se pudieron contemplar en la primera ocasión- navegarán hasta Sevilla y Madrid cuando dejen Málaga, donde estarán hasta el 30 de noviembre en una exposición organizada por la Fundación Unicaja.

"La barca es una metáfora de la vida, de la travesía, del viaje", según el artista, que ha explicado a los periodistas que los guardianes, situados en fila, "completan la instalación porque es una escenificación de lo esencial de la travesía, de la vida, son custodios de los valores importantes que trascienden".

Año y medio empleó el creador en gestar estas obras monumentales -que ahora están cerca del mar- y en su fundición ocurrió un accidente con una pieza al reventarse una caja y escaparse mil kilogramos de hierro en una aleta del barco, lo que para Mascaró es "una fisura o resto del cataclismo".

Destaca la "interacción entre las obras y los elementos atmosféricos, ya que la ciudad le añadirá una patina" por la oxidación y le gusta que "la obra está viva y registra lo que le acontece, eso queda transmitido a los espectadores".

El escultor opta por creaciones "no herméticas" y una de sus vocaciones es "que la obra no esté cerrada al espectador, enseguida verán que es una barca" y que "sientan la experiencia de caminar al lado de las piezas", razón por la que las funde a esta escala.

Los guardianes son piezas iguales fundidas a partir de una misma matriz de un mismo molde interior, pero con texturas y oxidaciones diferentes y su autor es considerado uno de los pocos artistas jóvenes con lenguaje propio y un estilo que hace fácilmente reconocible el carácter de su obra.

Se trata de esculturas de gran impacto visual y "la metáfora del barco siempre es el símbolo de la vida, del viaje, de una experiencia aventurera, por tanto intriga, e impactan los guardianes, figuras más defensivas que ofensivas que miran hacia el barco con interlocución", ha resaltado el director de la Obra Social de Unicaja, Felipe Faraguna, al inaugurar la exposición.

"Llegan del corazón de París al corazón de Málaga, de los jardines del Palacio real francés a los jardines y las plantas botánicas especiales de Málaga", ha comentado.

El alcalde malagueño, Francisco de la Torre, ha señalado que las obras "incorporan las alteraciones en la oxidación que en cada clima se vaya produciendo y se irán de Málaga con algún añadido de la ciudad".