El vicecanciller García: los salvadoreños en EEUU no son "salvadoreños a medias"

Washington.-  El vicecanciller para los salvadoreños en el exterior, Juan José García, afirmó hoy que su Gobierno trabaja por la renovación del servicio exterior y el derecho al sufragio de la diáspora, porque los salvadoreños "no pueden seguir siendo tratados como salvadoreños a medias".

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(EFE)

Juan José García durante sus declaraciones a la prensa en Washington.

En rueda de prensa, el titular del viceministerio para los Salvadoreños en el Exterior explicó que centrará sus tareas en la defensa de los derechos humanos de los tres millones de salvadoreños fuera del país, su inclusión en el desarrollo económico de El Salvador y la defensa de los inmigrantes "en tránsito", especialmente en México.

Durante la campaña electoral, el ahora presidente Mauricio Funes, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se proyectó como el "Obama de Centroamérica" y prometió cambios, incluyendo el servicio exterior.

Así, el Gobierno de San Salvador ha iniciado una reorganización de sus sedes diplomáticas y consulados, especialmente en EEUU, donde viven alrededor de 1,5 millones de salvadoreños.

No se trata, explicó García, de eliminar del servicio exterior a miembros de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) sólo por hacer cambios, sino de mejorar los servicios.

La estructura consular, durante más de 20 años bajo control de la derecha dura, "más bien fue un instrumento político propagandístico de los Gobiernos anteriores" y el objetivo es que los consulados sean "verdaderos instrumentos de protección" para los salvadoreños en todo el mundo, agregó García.

García, un sociólogo con experiencia en temas migratorios, consideró que los consulados deben dar un "trato humano" a la gente y prestar servicios sin importar los signos ideológicos o afiliación partidaria.

Señaló que "hay embajadores y cónsules que llevan 20 años en un solo lugar" y el Gobierno busca crear "una verdadera carrera diplomática para que los embajadores respondan a políticas de Estado...y no a intereses políticos del momento".

García dijo que en las próximas dos semanas se anunciará al nuevo cónsul en Los Ángeles, además de que se realizarán cambios en el consulado en Toronto (Canadá).

Los cambios en el personal diplomático pasarán por un riguroso proceso de evaluación en base a la "transparencia" y "honestidad", la eficiencia y el "trato humano" de los salvadoreños, enfatizó.

Por otra parte, señaló que el Gobierno quiere que los salvadoreños de la diáspora sean "socios" en el desarrollo de El Salvador ya que contribuyen a su estabilidad económica a través de sus millonarias remesas.

Su viceministerio, enfatizó, "estará trabajando en los próximos meses" en pro de una reforma política que permita el voto en el exterior porque los salvadoreños "no pueden seguir siguiendo tratados como salvadoreños a medias".

La meta, según dijo Funes en Washington el jueves, es que para los próximo comicios presidenciales de 2014 los salvadoreños puedan ejercer el derecho al sufragio desde el exterior.

García dijo que aunque el Gobierno salvadoreño no busca injerir en la política interna de EEUU sí apoya una reforma migratoria integral que beneficie a los salvadoreños indocumentados en este país.

Ante el estrecho margen de maniobra de su Gobierno, consideró que recae en las organizaciones salvadoreñas presionar al Legislativo de EEUU y los gobiernos locales por la derogación de leyes que perjudican a los inmigrantes.

"Lo que es inclaudicable, lo que vamos a exigir al Gobierno de EEUU es un trato humano, digno y respetuoso de los derechos de los que han sido capturados por el único delito de encontrarse en este país de manera indocumentada", manifestó García.

Funes ha solicitado una reunión con el Departamento de Estado, para noviembre próximo, en la que pedirá formalmente un cese a las deportaciones masivas y otra prórroga del Estatus de Protección Temporal (TPS), en caso de que en 2010 aún no se haya aprobado una reforma migratoria.

Para fines de 2009, El Salvador habrá absorbido a unos 25.000 deportados desde EEUU y a casi 40.000 deportados vía terrestre desde México, según García.