Fotógrafos en el cine, no te pierdas estas películas

El cine nos muestra arquetipos humanos universales, personajes cuyo carácter se repite sin apenas variaciones a través de cientos de películas. De esta manera encontramos que en las de ciencia ficción hay científicos locos como en las bélicas sargentos valerosos y enfermeras entregadas. Pero estos caracteres en ocasiones son estereotipos sesgados.

Así, la figura del fotógrafo ha desfilado por la gran pantalla disfrazado de aprendiz de Sherlock Holmes, como un tramposo sin escrúpulos, como un hábil seductor, como un intrépido aventurero a lo Indiana Jones o como un obseso paranoico y criminal.

‘Blow Up’, la película que Michelangelo Antonioni dirigiera en 1966 marcó toda una época e hizo que más de uno se enamorara de la profesión. Sin duda se trata del film paradigmático sobre el fotógrafo y la fotografía. Interpretada por David Hemmings —que parece encarnar en si mismo la excentricidad y la locura de toda una época, el Swinging London de los 60— cuya pasión por el oficio le hace creer que ha descubierto un crimen en una de sus fotografías. Es la imagen del fotógrafo héroe.

Pese a ello, ‘Blow Up’ tiene un precedente claro a la hora de mostrar la labor del fotógrafo. ‘Peeping Tom’, o ‘El fotógrafo del pánico’ como se dio a conocer en España, es una película dirigida en 1960 por el británico Michael Powell. En ella Carl Boehm interpreta a un joven fotógrafo que se gana la vida realizando fotos eróticas con prostitutas pero que permanece obsesionado con la captación de una imagen suprema, insuperable y única: el rostro mismo de la muerte. Para ello comete varios asesinatos con la ayuda de su pequeño y perverso tomavistas.

La asociación de la toma fotográfica, el disparo, con un momento fulminante como es la muerte es un tema que se ha visto reflejado en el cine, con mejor o peor fortuna, en varias ocasiones. La más reciente de ellas es ‘Imago mortis’ (2009), donde directamente se llama ‘tanatografía’ a un invento macabro que ofrece la posibilidad de reproducir imágenes, concretamente a la última imagen fijada en la retina de un difunto.

‘El ojo público’ (1992) es una pequeña joya difícil de ver que nos muestra la figura de Leon Bernstein, un trasunto del celebre fotógrafo Weegee, interpretado por Joe Pesci, que esboza la imagen del fotorreportero intrépido que desarrolla su labor en las violentas calles del Nueva York de los años 30 y cuya sagacidad le hace llegar a la escena del crimen con mayor antelación que la propia policía.

Crimen y fotografía, como elemento para resolverlos o como causa de los mismos. Al igual que en ‘Blow up’, en la reciente ‘Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres’ (2009) —basada en la obra homónima del malogrado escritor Stieg Larsson—, el protagonista, el periodista Mikael Blomkvist, desarrolla su particular investigación a partir de un despliegue enorme de imágenes fotográficas.

Pero no todo es truculento o escabroso en lo que se refiere a la imagen que de los fotógrafos nos muestra el cine. ‘Retrato de una obsesión’ (2006) nos contaba la historia, más ficticia que real, de la propia fotógrafa Diane Arbus. Interpretada por Nicole Kidman, y dirigida por Steven Shainberg, nos relata la iniciación de Arbus a la fotografía del lado de los marginados y desheredados. Una película algo banal, pero cuya mayor virtud tal vez sea la de reflejar la atmósfera anímica que envuelve a los personajes retratados por una de las grandes fotógrafas de nuestro tiempo.

De este lado menos tenebroso cabría mencionar al personaje interpretado por Juliette Binoche en ‘La insoportable levedad del ser’ (1988). La película, como la novela de Kundera, tiene como trasfondo la ciudad de Praga en el momento de su invasión en la primavera de 1968 por parte de las tropas soviéticas. El papel de la joven fotógrafa se transfigura en el que en la realidad tuvieron figuras como Josef Koudelka a la hora de retratar esos mismos sucesos.

¿Se te ocurre alguna más que nos hayamos dejado en el tintero? ¿has visto alguna de las que citamos? Te escuchamos.