Los graderíos vacíos preocupan al estamento político, que pide rebajar las entradas

Berlín.-  La imagen de las gradas vacías en el Estadio Olímpico de Berlín en el Mundial de Atletismo preocupa al estamento político alemán, que presiona para que se rebaje el precio de las entradas, visto que su venta es inferior a lo esperado.

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(EFE)

Imagen de archivo del Estadio Olímpico de Berlín (Alemania). EFE/Archivo

El presidente de la comisión de Deportes del Bundestag (Parlamento federal), Peter Danckert, se pronunció por una reducción de precios "para que se llene el Estadio Olímpico", según recoge en su portada hoy el diario "Berliner Zeitung".

La propuesta de Danckert, apunta ese medio, cuenta con el respaldo de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), las dos fuerzas de la gran coalición de la canciller Angela Merkel, así como de la opositora La Izquierda.

Sin embargo, hasta ahora, el alcalde-gobernador de Berlín y responsable de organización por parte de la capital alemana, el socialdemócrata Klaus Wowereit, no ha actuado, por considerar que la venta funciona de acuerdo a lo esperado.

El precio de las entradas oscila de 30 a 135 euros, en función del puesto en el estadio y de si se trata de una localidad para la jornada entera, para la mañana o para la tarde, cuando se disputan las finales.

A ese precio oficial, de por sí elevado para un Mundial de atletismo, según los medios, se une un incremento de algo más de cinco euros por localidad en concepto de comisión de venta y tasas, tanto si se adquiere en las taquillas oficiales como por internet.

En total se pusieron a la venta unas 500.000 localidades, de las que hasta la inauguración del Mundial -el sábado pasado- se habían vendido 300.000.

Hasta ahora, sólo para la jornada del domingo se agotaron las entradas, aunque ni siquiera ese día se vieron las gradas a rebosar e incluso en la esperada final de los 100 metros masculinos, con el duelo entre Usain Bolt y Tyson Gay, hubo notorios huecos.

El estamento político en torno a Danckert pretende que se rebaje, cuando menos, el contingente de localidades que sale a la venta directamente en las taquillas del estadio para el día en cuestión.

Está claro, argumentan, que el público berlinés sigue la competición, como lo demuestra el gran interés mediático no sólo por la superestrella Bolt, sino por los atletas alemanes.

Consideran, además, que la imagen de los graderíos vacíos afea la reputación de la ciudad y contrasta con la pasión colectiva desatada durante el Mundial de Fútbol de Alemania, de 2006, que se convirtió en fiesta colectiva en todo el país.

Pese a que el atletismo no tiene el impacto social que el fútbol, se contaba con mayor afluencia de público, teniendo en cuenta que Alemania es un país con fuerte tradición en ese deporte.

Los habituales a anteriores Mundiales estiman, a ojo de buen cubero, que la presencia de público en las gradas es aproximadamente un 20 por ciento menor a lo esperable, dadas las características y la población de Alemania. La panorámica de graderíos vacíos es la habitual en las sesiones matutinas, pero no en fin de semana y ente las finales más esperadas, como la de los 100 metros.