Argentina hiere sensibilidades en Locarno con "La invención de la carne"

Locarno (Suiza).-  La sensibilidad del Leopardo de Oro puede haber resultado herida por "La invención de la carne", la poética película que el cineasta argentino Santiago Loza presentó hoy en la competición del Festival de Locarno y que estuvo precedida de un mensaje de aviso para los más susceptibles.

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(EFE)

El director argentino Santiago Loza, (d), y la actriz Umbra Colombo, (i), posan para los medios durante la presentación de su película "La invención de la carne", en la 62º edición del Festival Internacional de Cine de Locarno, (Suiza), hoy, 12 de agosto de 2009.

La escenas presuntamente hirientes incluyen sexo explícito y la imagen de dos adultos desnudos que toman en sus brazos a un bebé.

"No intento provocar algo con eso. Las imágenes sexuales debían estar en la película y no tienen nada que ver con la pornografía. Es imposible excitarse", se justificó el realizador argentino ante los medios.

Más agresiva es, si acaso, la soledad de los personajes en los que ha decidido centrarse en "La invención de la carne". "Buscábamos el límite entre la delicadeza y la crudeza, pero esta película no está creada para el rechazo", aclaró Loza.

El director de "Extraño" o "Cuatro mujeres descalzas" prosigue así fiel a su cine sugerentemente peculiar, silencioso y contundente, retratando personajes "con mucha parquedad y una cierta ternura".

Ante la complejidad de su filme y la abundancia de simbolismos, él mismo reconoció: "Me cuesta hablar de la película, todavía no tengo un discurso hecho sobre ella".

"Me interesan los personajes límites. Siempre he estado peleado con la psicología de los personajes. No creo que tengan psicología, sino que son fuerzas, emociones a las que un actor de vida", aseguró Loza, quien decidió no maquillar a ningún actor para esta película.

Por ello, esta película es esa invención que nace del choque de dos energías muy diferentes, ambas emocionalmente mutiladas, que alumbran ese nuevo sentido para las relaciones carnales: un joven médico homosexual, interpretado por Diego Benedetto, y una taciturna prostituta, a quien da vida Umbra Colombo, que le acompañará en su escapada.

"Me gusta la sensación de pérdida y de que en algún momento de su trayecto se encuentran y se confrontan sus fragilidades. No es una historia de amor, pero hay algo así. Un amor provocado por la desesperación. Son personajes quebrados, dolidos, pero al fin nobles", explica.

En ese viaje en coche que inician dos desconocidos se establece un vínculo silente y asexual, pero aun así cálido. Ella practica sexo con desconocidos mientras anhela la maternidad y sobre él planea el sentimiento de orfandad que le remite al agua, "que está presente como elemento purificador en la película y también como contrate por la aridez de la propia película", reconoció Loza.

"La invención de la carne", segunda película latinoamericana proyectada en el concurso de la 62 edición del Festival de Locarno, compartió en su estreno mundial los aplausos entusiastas de los que valoraron su hipnótico y triste poema visual con las deserciones ante el ritmo pausado y contemplativo del cine de Loza.