El Museo Reina Sofía quiere repensar la historia del arte en el proyecto Principio Potosí

La Paz.-  El Museo Reina Sofía de Madrid prepara una ambiciosa exposición que, bajo el título "Principio Potosí", pretende "repensar" la historia del arte y el concepto de modernidad a partir de la pintura colonial barroca de los siglos XVI y XVII.

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(EFE)

"Es un proyecto que quiere repensar cómo hemos escrito la historia del arte, qué entendemos por modernidad y por identidad", señaló el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja Villel. EFE/Archivo

El director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, habló con Efe en La Paz de este proyecto que le ha llevado a visitar Bolivia esta semana pasada para concretar con autoridades y comunidades del país los detalles de la que promete ser una de las exposiciones más importantes del año 2010, según su promotor.

Producida por el museo madrileño y la Casa de las Culturas de Berlín, "Principio Potosí" se exhibirá en el Museo Reina Sofía en mayo del año que viene, en septiembre irá a Alemania y la previsión es que se presente en Bolivia a principios del 2011.

Será una muestra que ocupará unos 2.000 metros de superficie para albergar una selección de 20 obras del barroco colonial, algunas de gran tamaño, procedentes de diversos puntos de Bolivia como su Museo Nacional de Arte, la Casa de la Moneda de Potosí o iglesias altiplánicas como las de Jesús de Machaca o Caquiaviri.

Pero "Principio Potosí" pretende ser mucho más que una muestra "narrada historiográficamente según los métodos occidentales", dijo Borja-Villel y por eso estas joyas del barroco colonial americano serán "respondidas" por 20 artistas contemporáneos internacionales de Shangai (China), San Petersburgo (Rusia), Holanda, Alemania, España, Argentina y Bolivia.

"Es un proyecto que quiere repensar cómo hemos escrito la historia del arte, qué entendemos por modernidad y por identidad", explica el director del Museo Reina Sofía.

El reto de "Principio Potosí" es cuestionar muchos conceptos, entre ellos el de modernidad cultural, que la perspectiva occidental situó a finales del siglo XIX y que este proyecto propone colocar en las expresiones artísticas que surgieron en América en los siglos XVI y XVII.

Fue en esa época, recuerda Borja-Villel, cuando empieza la era moderna desde el punto de vista político y económico, cuando Potosí y sus ricas minas de plata se convirtieron en un símbolo de la acumulación económica en que se basa el capitalismo.

"Y al mismo tiempo que comenzaba la modernidad política y económica nos damos cuenta de que en Bolivia o Perú se produce un tipo de arte híbrido (...), que es barroco y que se nutre de otras expresiones como el baile, el carnaval o la feria que siguen teniendo mucha importancia y que para nosotros son irrelevantes".

Precisamente, uno de los objetivos de "Principio Potosí" es rescatar la riqueza de lo mestizo, del sincretismo y del antagonismo enriquecedor. "En una época en que el sistema neoliberal está en crisis total, tiene tal vez más sentido que nunca", reflexiona Borja-Villel.

Por eso, esta exposición quiere suscitar el debate sobre una nueva historia del arte "donde no haya centros ni periferia, sino donde haya muchos centros y una relación de lo local con el resto del mundo".

Este proyecto, en el que Borja-Villel trabaja desde que asumiera la dirección del Reina Sofía, hace un año y medio, plantea además una revisión de conceptos como el de patrimonio artístico, la idea europea del artista o la noción de autoría.

Y es que en Bolivia, el director del Reina Sofía ha comprobado el carácter sagrado que las comunidades otorgan a las obras de arte, la interpretación colectiva que se hace de las mismas o la función antropológica que puede alcanzar un artista.

¿Por qué uno de los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo se embarca en una aventura que parte del barroco?. Ante esta pregunta Borja-Villel argumenta que la historia del arte se está convirtiendo cada vez más en "un discurso hegemónico y establecido".

"Y los que nos dedicamos a la cultura y los artistas nos tenemos que cuestionar el mundo en que vivimos. Es muy difícil que el cuestionamiento se produzca desde dentro y es necesario una interpelación desde fuera. Venir a Bolivia, venir al 'sur', como concepto ideológico, es importante" para que se produzca ese debate.

Pero además, Borja-Villel defiende que el Reina Sofía puede convertirse en el museo que "sirva de puente" hacia el Mediterráneo y Latinoamérica para llegar a "ese otro modo de entender el arte y la cultura interpelada".