Cómo se duerme la siesta perfecta: ponte las gafas de sol y a soñar

Sí, claro. Los científicos aseguran que para dormir una buena siesta el cuerpo debe reposar sobre el lado derecho, facilitando así la acción del píloro, y que la duración del sueño no debe rebasar los 20 minutos.

¿Qué sabrán ellos? Está claro que estos doctos académicos no son más que representantes de las grandes multinacionales, las cuales buscan imponer horarios draconianos, acabar con nuestra preciada siesta y reducirla a un mero eslogan turístico. Rebélate y cuéntanos cómo te lo montas para dormir una buena siesta. Ahí van nuestros consejos:

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Elaphurus (flickr)

Buena técnica.

Los amigos de la siesta:

• Las gafas de sol. Un buen par de lupos tintados puede servir para llevar a la práctica la doctrina Karl Lagerfeld. Sí, nos referimos a ese diseñador de moda a quien debemos el descubrimiento de Claudia Schiffer y que nunca se quitaba sus gafas de sol, según reveló su asistente personal, para echarse una microsiesta en las reuniones de trabajo o cuando su interlocutor le resultaba especialmente aburrido (nos consta que más de uno estará pensando en su suegra).
• La almohadilla hinchable. En el equipaje de todo duermesiestas profesional tampoco puede faltar una almohadilla hinchable, de ésas con forma de herradura y que protegen el cuello de posibles luxaciones. A sabiendas de que el bochorno veraniego puede arrastrar a cualquiera hasta el sueño en el momento más insospechado, es muy útil llevar encima este artilugio, que además es discreto y cabe en cualquier bolsillo.
• Perico Delgado. Dentro del imaginario colectivo de cada verano, uno de los momentos más placenteros es el de dormirse mientras Perico Delgado narra los soberanos esfuerzos de los ciclistas en el Tour de Francia. Ahora que la prueba ha terminado y que Alberto Contador se ha apuntado su segundo triunfo, no hay que desesperar. Siempre nos quedarán los documentales de La Dos o las películas del oeste en las televisiones autonómicas, apacibles como mecedoras.
• Aquella mítica camiseta. Consideramos que para dormir la siesta hay que vestir de la forma más cómoda posible. Por tanto, es el momento de desenterrar aquella camiseta desteñida con la que tu mujer te prohíbe terminantemente salir de casa, ya sea de Leño o de tu viaje a Benidorm de hace ya algunos años.

Los enemigos de la siesta:

• Las arrugas de la almohada. Si no quieres que parezca que te han sacado del cásting de 'Scarface', o convertirte en una burda imitación de Ribery, deberías evitar esas arrugas en la almohada que acaban siempre grabadas a fuego en la cara. Este detalle puede salvarte de ser el hazmerreír del chiringuito.
• Los calcetines. Ya sabemos que lo de dormir con calcetines es casi como una religión, y que hay auténticos talibanes en la materia. Pero hacemos un llamamiento para que la gente se descalce a la hora de la siesta, ya que las urgencias de los hospitales no están para tratar ampollas que podían haberse evitado a tiempo.
• Los mosquitos. Especialmente en verano es muy tentador echarse a la sombra de un manzano y emular el mítico sueño de Newton que acabó con el descubrimiento de la ley de la gravedad. Pero esta tentación tiene un precio demasiado alto, ya que te conviertes en blanco fácil de los famélicos mosquitos, así que es del todo recomendable estar siempre acompañado de alguna crema para espantar insectos.
• Las malas posturas. A no ser de que tu nombre sea Nadia Comaneci, deberías tener mucho cuidado a la hora de echarte la siesta, ya que puedes estar pagando durante días las consecuencias de una mala postura, y no queremos verte sorbiendo tintos de verano con una pajita ante tu incapacidad para manejar el brazo y levantar el vaso de la barra. No cuesta mucho: incluye un tubo de Calmatel en tu equipaje.
• El calor. Hete aquí al enemigo por antonomasia de la siesta. Debería haber un Premio Nobel aguardando a quien sea capaz de acertar con el remedio contra el calor sin hacer uso del aire acondicionado y otros medios más o menos reñidos con el medio ambiente.

Esta es nuestra MacGyverada de hoy. Cuéntanos la tuya. ¿Cómo es, para ti, la siesta perfecta? ¿Cuáles son tus trucos? ¿Cómo fue la mejor siesta de tu vida?