El misterio de los jóvenes somalíes que desaparecen de Estados Unidos

WASHINGTON, D.C.-  Burhan Hassan abandonó Somalia con sus padres cuando tenía tres años. El pasado 4 de noviembre, mientras Obama se proclamaba presidente, se unió a un grupo de somalíes para viajar hasta su país. Tenía 17 años. Su familia, como la de otros 40 jóvenes somalíes que han repetido su viaje desde Estados Unidos, sólo oyó su voz una vez más; para decir que estaba bien, que estaba en Somalia. El pasado mes de junio supieron que había fallecido.

(EFE)

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"No teníamos ni idea de que estaba planeando esto, le hubiéramos parado los pies", cuenta su tío Abdirizak Bihi. "Les han lavado el cerebro a estos chicos, no conocen a nadie allí, no entendemos por qué querían ir".

Hasta 20 somalíes como Hassan han desaparecido de Minneapolis. Todos pertenecían a la misma comunidad, aunque no se sabe si los que han desaparecido se conocían entre ellos. Hasta hoy, sólo cuatro familias tienen más información sobre su paradero. Tres de los jóvenes fallecieron luchando en su país, los dos últimos la semana pasada. El cuarto se suicidó en un atentado en Mogadiscio el pasado 29 de octubre. Puede ser el primer suicida con pasaporte estadounidense.

"Ha sido un proceso de varios años, pero hubo un gran aumento de casos en 2008. Las últimas desapariciones tuvieron lugar en noviembre. Empezaron a llegar familias contándome que sus hijos se habían ido a Somalia para luchar", explica Omar Jamal, mediador entre las familias y las autoridades en el Centro de Abogacía y Justicia Somalí de Minnesota.

El conflicto lejos de casa

Los refugiados somalíes comenzaron a llegar a Estados Unidos, huyendo del hambre y la guerra civil, a principios de los 90. Ahora son ya más de 100.000 y la concentración más grande en Estados Unidos está en el estado de Minnesota, con 40.000. Aunque las organizaciones locales dicen que la cifra podría ser el doble. Lejos de su nuevo hogar, Somalia sigue atrapada en una guerra civil que estalló en 1991, cuando fue derrocado el último gobierno. Desde entonces el país no conoce la estabilidad en el poder y ha sufrido la invasión de su territorio por fuerzas etíopes con el apoyo de Estados Unidos. Con su retirada en los últimos meses, el grupo terrorista al-Shabbab, ligado a Al-Qaeda, empieza a llenar el vacío de poder.

Según sostiene Jamal, los desaparecidos han sido reclutados por este grupo. "Al-shabbab tiene apoyos en Minnesota. Pero quien les dio el dinero a los chicos para viajar a su país y quien les entrenó está todavía bajo investigación del FBI", cuenta. La teoría de Jamal fue confirmada la semana pasada al publicarse los documentos de la acusación de Abdifatah Yusuf Isse. A sus 25 años, es uno de los dos somalíes acusados de colaborar con el grupo terrorista —aprendiendo a manejar armas y construir campos de entrenamiento—, se declaró culpable hace unos meses y colabora en la investigación del FBI.

La confusión de las familias de estos jóvenes no podría ser mayor. Los padres dejaron Somalia en los noventa huyendo del hambre y de una guerra por la que ahora sus hijos abandonan la escuela. Muchos de los desaparecidos estaban a sólo unos meses de graduarse en el instituto, como Hassan. Otros estaban ya en la universidad, estudiando carreras de ingeniería o medicina. Pertenecen a la segunda generación de inmigrantes somalíes y no encajan precisamente con la descripción de grupo de riesgo. Jamal cuenta que sólo unos pocos tenían antecedentes con bandas juveniles y de ninguno podía esperarse que desapareciera así.

"Está claro que hay gente en Minneapolis responsable de lavarles el cerebro y mandarles a casa. Creo que es un caso claro de tráfico de seres humanos", concluye Jamal. Al abogado sólo le queda asegurarse que los jóvenes interceptados sean juzgados en Estados Unidos con todos sus derechos, una defensa y pleno conocimiento del proceso. Muchos desconocen el sistema judicial estadounidense y necesitan un traductor para comunicarse incluso con su abogado.

El FBI se centra en la mezquita local

Jamal y Bihi apuntan a la mezquita Abubakar as-Saddique, frecuentada por los jóvenes, como lugar donde se produjo el reclutamiento. Sin embargo, pocos han levantado su voz contra los líderes religiosos.

"Todos los chavales llevaban años yendo a la misma mezquita y ninguna de las familias puede imaginarse que les ocurriera algo allí. Además, todos participaban en el mismo programa para jóvenes, pero alguien de fuera debe haberles lavado el cerebro", explica Bihi, que colabora estos días con el FBI para aclarar las desapariciones.

A veces los chavales faltaban a una clase y resulta que estaban en el centro, pero todavía falta la evidencia de que fueran reclutados allí. Las familias apuntan a personas de fuera de la comunidad. "No entienden nada. No dejamos de preguntarnos por qué no ha desaparecido ningún joven de las otras 20 mezquitas de la ciudad", explica Jamal. La mezquita está siendo investigada por las desapariciones de estos jóvenes.

Según declaraciones del servicio secreto a la Radio Pública Nacional estadounidense, la última amenaza terrorista sufrida por el país se produjo el día de la investidura de Obama: un grupo de jóvenes que habían desaparecido de Minnesota regresaba de Somalia, listos para atentar en casa. Todo quedó en una falsa alarma, pero el FBI mantiene abierta la investigación dado que los jóvenes cuentan con pasaporte estadounidense y las pistas llevan hasta un grupo relacionado con al-Qaeda y que promueve la sharia islámica en sus territorios. Además, si el gobierno somalí termina por ceder, el país africano podría convertirse en un bastión importante para al-Qaeda en África.

"Yo sólo espero que se aclare todo. Quién les lavó el cerebro y quién les dio un pasaporte somalí para poder entrar en su país. Quién les ha convencido para ir a una guerra...", se pregunta Jamal.

Desde Somalia no llegan noticias de los jóvenes desaparecidos, llega la amenaza de actuar en suelo estadounidense. Y la voz de la amenaza es la de un norteamericano que dejó Minnesota hace unos años para unirse a al-Shabbab. Abu Mansour al-Amriki también se burlaba del discurso de Obama en el Cairo en una grabación publicada en varias páginas web que apoyan la jihad islámica.

Jamal nos cuenta que el FBI ha extendido su investigación a otras ciudades como Seattle, Boston, Cincinnati o San Diego, de donde han desaparecido más jóvenes de la noche a la mañana. Bihi también tiene claro que las autoridades miran más allá de Estados Unidos. "Saben que están reclutando aquí como en Europa, en todas partes donde hay refugiados somalíes".