El JEMAD considera la OTAN "insustituible" para la estabilidad mundial

Santander.-  Santander, 17 jul EFE).- El jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general José Julio Rodríguez Fernández, ha subrayado hoy que la OTAN, tras 60 años de existencia, es hoy por hoy una alianza insustituible para la seguridad y defensa occidental y, probablemente, también para estabilidad mundial.

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(EFE)

El jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Luis Rodríguez, pasa entre los periodistas a su llegada a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para clausurar el seminario "El 60 aniversario de la Alianza Atlántica: balance y perspectivas", que se ha celebrado esta semana en la universidad.

El general del Aire, durante su intervención en el curso "El 60 aniversario de la Alianza Atlántica: balance y perspectivas" que se ha celebrado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha opinado que después de seis décadas de existencia ninguna otra organización acumula un potencial militar siquiera aproximado y "de momento, no aparecen alternativas claras a la OTAN".

Rodríguez Fernández ha hecho hincapié en la "notable presencia" que ha tenido España en las operaciones de la Alianza Atlántica en los últimos años y ha recordado que la incorporación a la OTAN se produjo "sobre la marcha" hace 27 años, cuando la alianza ya se encontraba en "pleno proceso de transformación", aunque la "plena integración" en su estructura militar no se plasmó hasta hace diez años.

Aunque Rodríguez Fernández destaca el papel insustituible que juega la OTAN para la seguridad occidental y la estabilidad mundial, también reconoce que la organización "no está libre de problemas" y que su estructura militar resulta especialmente propensa a ellos, precisamente por su propia complejidad.

Al respecto ha recordado que las fuerzas de la OTAN estaban originariamente diseñadas para una "batalla masiva en un escenario restringido con la constante amenaza de que el conflicto degenerase en un intercambio de armas nucleares, lo que provocó una gran rigidez".

El cambio de escenario estratégico que se produjo en los años noventa obligó a la OTAN a "mirar hacia afuera de sus fronteras" para planear como neutralizar nuevos riesgos de amenazas.

Tendencia que, según destaca el general, creció a raíz de los atentados del 11-S, porque el principal y aparentemente menos vulnerable miembro de la OTAN, Estados Unidos, sufrió un ataque sobre su territorio por parte de un "oscuro grupo terrorista cuyo núcleo se refugiaba en un país gobernado por un régimen fanático y sacudido por una guerra civil permanente".

Difícilmente podría encontrase un escenario menos parecido a aquel para el que se había creado la alianza, destaca Rodríguez Fernández, para quien desde entonces todos los cambios se han orientado a afrontar el reto de la intervención fuera del área euroatlántica.

El proceso para lograrlo ha sido largo y todavía queda un largo camino para llegar a resultados totalmente satisfactorios, señala el JEMAD, para quien el reto no sólo depende de la reforma militar en el seno de la OTAN sino que una gran parte del esfuerzo recae sobre los estados miembros que deben transformar sus fuerzas armadas en los instrumentos ágiles, flexibles y desplegables que requiere la Alianza.

Antes, explica, cuando el Pacto de Varsovia mantenía 150 divisiones desplegadas en el Este de Europa, el proceso de decisiones era ágiles y se alcanza el consenso por puro instinto de supervivencia, pero cuando se trata de actuar a miles de kilómetros ante amenazas no claramente definidas la toma de decisiones se ralentiza.

El general, como ejemplo del esfuerzo que se está realizando en la Alianza para la adaptación a los "nuevos escenarios", también se ha referido a la integración de las nuevas tecnologías en las Fuerzas Armadas, "imprescindible" para evitar la posibilidad de un "ciberataque, una de las amenazas más complejas a la que cualquier sistema defensivo puede enfrentarse".

"La posibilidad de un ataque sobres redes informáticas de un país no es una simple hipótesis de futuro, sino una realidad de la que ya existen precedentes", afirma el general.

Finalmente, ha destacado que la pertenencia a la OTAN no implica sólo acogerse de forma oportunista a un paraguas, sino formar de una asociación de estados comprometido con la defensa de una serie de valores, entre los que destaca el absoluto respeto a los Derechos Humanos, a la libertad individual y a un modelo político y social basado en el ejercicio de la democracia.