Los afectados por la presunta estafa inmobiliaria de Las Afortunadas se manifestarán en Tenerife

San Sebastián de La Gomera.-  Los afectados por la presunta estafa inmobiliaria del edificio Las Afortunadas, en San Sebastián de La Gomera, se trasladarán a Santa Cruz de Tenerife para manifestarse a las puertas de la sede del BBVA, en el caso de que no se les ofrezca en breve soluciones a sus problemas.

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(EFE)

Un momento de la manifestación de afectados por la presunta estafa inmobiliaria del edificio Las Afortunadas, en San Sebastián de La Gomera, que se trasladarán a Santa Cruz de Tenerife para manifestarse a las puertas de la sede del BBVA, en el caso de que no se les ofrezca en breve soluciones a sus problemas.

Así lo anunció a Efe José Guillen, uno de los vecinos afectados, durante la manifestación que reunió hoy a más de medio centenar de personas que recorrieron con pitos y pancartas las calles de la capital gomera.

Con gritos de "pagamos y no lo hemos disfrutado", "Pablo si eres sincero busca el dinero " o "BBVA da respuestas ya", los manifestantes partieron del edificio Las Afortunadas para, tras recorrer el casco, concentrarse a las puertas del comercio del que fuera administrador de la promotora Invescan Canarias SL, Pablo Bencomo, y de la sede del BBVA.

José Guillen, que lleva gastados unos 36.000 euros en la compra de una vivienda del edificio Las Afortunadas, destacó que "el banco de momento no nos ha dicho nada y Pablo Bencomo está escondido".

"Pedimos que el banco, que también ha tenido la culpa, busque una solución, que reconozca sus errores y si tiene que poner dinero que lo ponga, al igual que lo ponemos nosotros cuando nos equivocamos con nuestros negocios", afirmó.

A su juicio, por parte del banco ha habido "negligencia y malas intenciones", sobre todo con el constructor, "para trancarle y dejarle arruinado".

Guillen anunció que los afectados continuarán además con las concentraciones diarias de dos horas de duración a las puertas de las oficinas del BBVA y del comercio de Pablo Bencomo hasta que el banco ofrezca soluciones.

La presunta estafa inmobiliaria del edificio Las Afortunadas afecta, además de a 42 familias, al constructor y a más de un centenar de pequeñas empresas y comerciantes de la isla, a los que, según dicen los vecinos, se les adeuda casi dos millones de euros.