Los "Bafana, bafana" se resignan a la revancha contra España

Johannesburgo.-  Johannesburgo, (Sudáfrica) 26 jun (EFE).- Sudáfrica despertó en el día siguiente a la derrota contra Brasil en la semifinal de la Copa de las Confederaciones consternada por no estar en la final y resignada a tener que buscar la revancha contra España el próximo domingo en el partido por el tercer y cuarto puesto del torneo.

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(EFE)

El jugador de la selección española de fútbol Fernando Torres, durante la rueda de prensa que ofreció hoy en el hotel de concentración en la ciudad sudafricana de Bloemfontein.

El 26 de junio no ha sido, definitivamente, fiesta nacional, como el jugador brasileño del Sevilla, Luis Fabiano, anunció que sería si la selección local era capaz de ganarles.

No fue así. El excelente disparo del defensa del Barcelona Dani Alves, poco antes del final del encuentro, truncó las expectativas de una selección que había dado lo mejor de sí a lo largo de los 87 minutos que transcurrieron desde el inicio del partido hasta el gol de los brasileños.

El público apoyo al máximo a su selección. Las vuvulezas sonaron con insistencia desde el principio hasta el final del partido y el colorido de las gradas fue espectacular a pesar de que las temperaturas próximas a los cero grados que se registraron en el estadio Ellis Park durante la disputa del choque.

La felicidad desapareció para los "Bafana, bafana" en un suspiro y la noche se tornó triste, tal y como reconoció el centrocampista sudafricano del Everton inglés, Steven Pienaar cuando recogió el trofeo como mejor jugador del encuentro.

"El fútbol es injusto en muchas ocasiones y hoya ha sido una de ellas", afirmó el jugador sudafricano.

Desde un punto de vista futbolístico, Sudáfrica rindió por encima del cien por cien y perdió. Brasil, tras ofrecer una imagen muy poco consistente, ganó. En algunas fases del partido hubo claridad en el juego de Sudáfrica, pero en otras hubo calidad en el Brasil. Al final esa gran calidad pudo con la claridad de los anfitriones del torneo.

En cualquier caso, el fútbol de Sudáfrica, que fue intenso y dinámico, también presentó algunas deficiencias, que ante los brasileños se pagan.

Sudáfrica no tuvo ocasiones de gol muy claras. Las que tuvo llegaron en disparos lejanos y en un remate de cabeza de su capitán Mokoena. La más clara tuvo lugar en un disparo lejano, que rebotó en un defensa brasileño y que obligó al guardameta Julio César a realizar una gran intervención. Además, le faltó resolver algunas acciones ofensivas con un fútbol más directo y balones al primer toque.

En cualquier caso, el técnico brasileño de Sudáfrica, Joel Santana, finalizó el partido satisfecho con el trabajo realizado. Sólo había una manera de jugar contra Brasil y su equipo la había puesto en práctica, aunque el resultado final no fue el apetecido.

La decepción del día después dará paso en las próximas horas al inicio de la preparación de la revancha contra España. En la fase de grupos de la competición ambos equipos se midieron en Blomefontein y los españoles ganaron por 0-2.

En el encuentro llegó al descanso sin goles y en el inicio del segundo periodo España falló, por medio de Villa, un penalti cometido sobre Cesc. Sin embargo, en la jugada inmediata el propio Villa puso el 0-1 en el marcador. Más tarde, Fernando Llorente sentenció el encuentro con el segundo tanto de los españoles.

Los partidos por el tercer y el cuarto puesto no suelen ser los más excitantes de competiciones como la que actualmente se disputa en Sudáfrica, pero en esta ocasión, el partido que se jugará el domingo a las tres de la tarde en Rustenburgo tiene un valor importante para los jugadores sudafricanos.

Es una oportunidad de consolidar al equipo ante el campeón de Europa y de dar un paso adelante con la mente puesta en la Copa del Mundo del próximo año.

La diferencia con el partido del jueves es que, aunque Sudáfrica gane a España, en ningún caso el próximo lunes será fiesta nacional en el país.