Canta y, sobre todo, baila: tributo a Jackson desde Los Ángeles

LOS ÁNGELES.-  Son las cinco y media de la tarde en el Hospital UCLA Ronald Reagan de Los Ángeles. Hace aproximadamente dos horas que la noticia de la muerte de Michael Jackson ha sido confirmada por varios medios de comunicación (Los Angeles Times, CBS y CNN). Sin embargo, los fans del Rey de Pop se niegan a reconocer la realidad. No se lo pueden creer. El fallecimiento de la estrella del pop más famosa del mundo les ha pillado tan de sorpresa que les parece algo irreal. "Yo todavía tengo esperanza. Hasta que no salga un médico o un miembro de la familia a confirmarlo no me muevo de aquí. Es demasiado pronto para que se vaya. Tienen que hacer algo para salvarle", dice Miguel Aguilar de 23 años.

Los fans empiezan a corear "Michael, Michael" y miran a las ventanas como esperando que el cantante de repente haga una de esas apariciones espeluznantes como la del día que presentó a su hijo recién nacido en sociedad. Pero Michael no aparece. Y es su hermano el que confirma en una rueda de prensa, en la que no cabe un alfiler, que el rey del pop ha muerto. La esperanza de los más incrédulos desaparece. No puede ser más oficial. Lo ha dicho su hermano. Una hora de reanimación no ha sido suficiente para salvarle. Las lágrimas empiezan a caer de los ojos de los presentes. De pronto una mujer de color de unos 50 años empieza a entonar 'We are the world'. El resto de fans le hacen un corro y le acompañan cantando. Una mujer blanca de la misma edad salta al centro del corro y ambas se abrazan y lloran mientras el resto del grupo, casi todos negros, gritan cosas como "Michael unió a blancos y negros". El duelo se pasa cantando y bailando.

Escuchando las palabras de los fans que se han acercado al UCLA Hospital entiendes que para ellos Michael Jackson era mucho más que un cantante pop. Era un ser excepcional, una especie de Dios incomprendido. Igual que los seguidores no podían creer que hubiese fallecido, tampoco han creído nunca ni una palabra de las acusaciones que aseguran que el séptimo hijo del matrimonio Jackson abusó sexualmente de varios niños en su rancho Neverland. "Ha habido muchos malentendidos. La gente le ha acusado de cosas que no eran verdad sólo porque era diferente. Él sólo buscaba la paz y la igualdad. Todo aquel escándalo fue un malentendido", explica Edwin García.

(B.G)

Michael Jackson cambió su vida.

Entre la multitud, una joven enseña un cartel negro que dice: "U are in peace my love" (Ya estás en paz mi amor). Se llama Miryan Riahy, tiene 30 años y es iraní. "Yo empecé a estudiar inglés por sus canciones a los 9 años. Sentía tanta curiosidad por lo que decían sus letras que trataba de traducirlas. Esos mensajes me enseñaron que había otro mundo. Hace dos años participé en el sorteo de una 'green card' para vivir en Estados Unidos y dejar Irán. Tuve la suerte de ganarla y ahora vivo en el país de mi ídolo. No me cabe duda de que sin el poder de sus canciones —capaces de llegar a una niña de nueve años iraní hace 20 años— nunca hubiera dado el paso de vivir otro tipo de vida y dejar Irán". Los enormes ojos verdes de Miryan se llenan de lágrimas cuando recuerda que ya tenía planeado el viaje a Londres para por fin verlo en directo. "Estaba tan cerca de cumplir mi sueño...", se lamenta. "Si alguna vez dudas sobre quién fue Michael Jackson escucha atentamente 'Man in the mirror'. En sus palabras encontrarás la respuesta: cambiarte a ti mismo para cambiar el mundo", sentencia.

Yoshiko y Karen son hermanas y se han acercado al hospital con unas flores. "Nosotras somos fans de verdad. Cuando nos hemos enterado casi nos da un ataque. Cómo no vamos a estar aquí. Michael fue el primer negro en salir en la MTV. Él abrió el camino para todos los demás", explican emocionadas. Siete helicópteros sobrevuelan el hospital en ese momento. Uno de ellos sale del helipuerto del centro médico. En él viaja el cuerpo sin vida del cantante.

B.G

No podían creerlo. Les parecía irreal.

Un par de horas más tarde, en la mansión que la estrella había alquilado en el lujoso barrio de Bel Air, la escena se repite: helicópteros sobrevolando la zona, algunos fans —muchos menos que en el hospital— rindiéndole tributo y un gran cordón policial para evitar que nadie que no sea del FBI o la policía acceda a la casa. Las viviendas en este barrio cortan la respiración, pero no tienen nada que ver con el ostentoso rancho Neverland. Lo poco que se ve de su nueva casa transmite riqueza pero también normalidad. Nada parecido a un parque de atracciones para niños.

El guardia de seguridad de la mansión de enfrente asegura que los vecinos están muy sorprendidos. "Creo que algunos ni se habían dado cuenta que eran vecinos de Michael Jackson. Sólo llevaba aquí algunos meses. Estaba preparando la gira. Pero todo muy discreto. Yo he visto salir la ambulancia. Ya iba muy mal".

Rosas blancas y algunos carteles reposan detrás del cordón policial. Anya Dula ha decorado los cristales de su coche con mensajes como 'Michael, we love you'. "Me pareció una bonita manera de rendirle homenaje. Pero el verdadero tributo se lo voy a rendir bailando, bailando y bailando. Voy a poner sus canciones bien altas y no las voy a dejar de cantar porque su música ha cambiado el mundo." Su amiga, Merra Jordan, la acompaña. "Yo tengo claro mi homenaje: asegurarme de pasar el legado de su música a mi hija de cinco años. Ésa es nuestra misión: hacer llegar su música a la siguiente generación. Y que nunca pare".