En bici y a 'pelo'

ZARAGOZA.-  El termómetro digital marca 37 grados mientras me aproximo al Paseo de la Independencia. A mi alrededor, los zaragozanos combaten el calor haciendo cola en los tradicionales cafés de helados italianos. Todo el mundo parece relajado. Y hasta los tilos ponen su toque de elegancia a la avenida mejor vestida de la ciudad.

A algunos participantes le costó lo del desnudo.

Sin embargo, un grupo de zaragozanos está decidido a romper esta foto de corrección pedaleando como dios les trajo al mundo. Son los participantes de la Concentración Ciclonudista 2009, convocada por la Coordinadora de Colectivos Ciclonudistas de Aragón (CCA) y la World Naked Bike Ride. Un movimiento mundial que pone la atención en la "negativa dependencia del coche" y en la bicicleta como el mejor medio para ponerle freno.

Pero más allá de la actitud combativa, la concentración tiene un refrescante aire festivo. En plena plaza de España, junto a la Diputación provincial, los ciclistas charlan animadamente mientras aparecen los primeros fotógrafos de prensa. También hay una buena representación policial, aunque parecen mucho más interesados en rodear el monumento a los Mártires, en previsión de la anunciada subida a primera del Real Zaragoza.

Aquí lo que de verdad importa no es el fútbol, sino los derechos de los ciclistas. Un colectivo dispuesto a mostrar su frágil carrocería con tal de reivindicar sus derechos sobre el asfalto. Aunque eso sí, desnudarse en público no resulta fácil, incluso para el activista más experimentado. Así que el pelotón se dirige al Paraninfo en busca de un poco de privacidad.

Es la línea de salida de una concentración que pilla desprevenido a más de un transeúnte. Mientras los ciclistas se deshacen de su ropa, la crudeza de los cuerpos desnudos choca con el look excesivo de los invitados de una boda. Las que no parecen demostrar ninguna emoción son las estatuas de la antigua facultad de Ciencias, imperturbables en sus asientos de piedra.

A mi lado, una señora inicia un acalorado debate sobre la incomodidad de "ir a pelo" sobre el sillín. Lo cierto es que el tema, lejos de parecer irrelevante, comienza a cobrar sentido. A las 7 de la tarde el aire es tan denso que casi puede cortarse con cuchillo. Sin embargo, entre la marea de rastas y mejillas encendidas, no detecto ninguna señal de incomodidad. Todo lo contrario. Tras el obligado recital de dulzainas y consignas, el pelotón surca el Paseo de la Independencia convertido en una gigantesca nube rosa.

(D.L)

Aunque costó al final todos en pelotas.

Lo confieso: el naturismo provoca una sensación extraña. Priva de toda connotación erótica al cuerpo humano y pone en evidencia a los espectadores vestidos. Sin embargo, hay que recordar que el nudismo y el deporte no están reñidos. Los atletas griegos ya competían desnudos y en España tenemos pruebas de gran interés, como la Carrera Nudista de Sopelana.

Evidentemente, concentraciones como la Ciclonudista no pretenden abrir un debate sobre la idoneidad de surcar la ciudad "al natural". A pesar del territorio ganado, todavía son muchos los que piensan que sobran coches y faltan carriles bici.

Lo que nadie puede negar es que montar en bici está más de moda que nunca. Pasear por las riberas del Ebro es una realidad gracias a la red de carriles, y el servicio público Bizi ha resultado un éxito innegable, con más de 20.000 usuarios. Las tiendas de bicicletas son las grandes beneficiadas. Algunas hablan de un incremento del 80 por ciento sobre las ventas, un éxito inesperado en tiempos de crisis.

Cada día se producen en Zaragoza 20.000 desplazamientos en bici, un medio de transporte rápido y ecológico, con o sin ropa interior. Yo de momento me apunto a la primera opción. Por si acaso.