Cacá

Hoy no les voy a contar una gran historia. De hecho, les voy a contar una historia de mierda. La de cómo el constructor Florentino Pérez, flamante nuevo presidente del Real Madrid, no quiso fichar al jugador brasileño Ricardo Izecson Dos Santos Leite en 2002 por seis millones de euros debido a las suspicacias que podría generar su apodo. Porque a Ricardo Izecson Dos Santos Leite, queridos lectores, todos le llaman Kaká. La historia termina los primeros días de junio del 2009, cuando el mismo empresario quiere fichar al mismo Ricardo Izecson Dos Santos Leite, al que siguen llamando Kaká, por más de sesenta millones de euros. ¿Leyenda urbana? Después de todo lo que hemos visto en el periodismo español de los últimos años, 11-M incluido, no puedo consentir que la realidad me estropee tan magnífica historia.

(EFE)

Me gusta la idea de que un constructor, tan acostumbrados como están los constructores a los escombros y las recalificaciones, se muestre tan sensible con las posibles connotaciones escatológicas de un apodo. ¡Qué galáctica ternura! Y luego dicen que estos juntaladrillos tienen mucha culpa de la especulación y el deterioro social, económico y hasta ecológico que padecemos...

"El Madrid no puede sentir vergüenza de sus dirigentes", asegura Florentino en una entrevista en El Mundo. No estoy de acuerdo. Casi todos los dirigentes del fútbol español producen vergüenza. E incluso asco. Por su actitud, sus ademanes, sus expresiones, su prepotencia, sus trapicheos y, si me apuran, incluso por su aspecto. Si estuviéramos bien informados, seguramente entenderíamos el retorno de Florentino Pérez al Real Madrid como el incomprensible reconocimiento de una cultura, la del pelotazo, que parecía en horas bajas tras la crisis económica. Pelotazo tanto a nivel urbanístico como futbolístico. El club blanco, sus socios y seguidores, tropiezan de nuevo en la misma piedra: la que fracasó estrepitosamente con la famosa política de Zidanes y Pavones, que resultó ser sólo de Zidanes. "Lo que pasa es que Florentino es un empresario como la copa de un pino", dice el ex futbolista Kiko en La Sexta, cadena promocional del ya presidente durante esta pantomima de campaña electoral.

Televidentes y lectores de diarios pudieran llegar a sospechar que el nuevo presidente del Real Madrid tiene comprada a la prensa. Pero no. Lo que pasa es que "Florentino es el único que se atreve a refundar el club, que se encuentra en un momento desastroso y con una plantilla mediocre", tal y como informó (?) ayer la reportera de La Sexta desde el palco del Bernabeu. La buena mujer terminó su magistral pieza con una frase para la historia del periodismo: "Como bien ha dicho Florentino, vuelve la ilusión".

El esperpento no acaba en las privadas. TVE anunció en sus telediarios de ayer lunes, cómo noticia urgente, la emisión de un especial '59 segundos' esa misma noche (el programa se emite los miércoles). En la web de TVE y en todas las programaciones anunciaban 'Españoles en el mundo', pero la actualidad es la actualidad. Y si la televisión pública tiene que saltarse la ley, modificar su programación sin respetar los tres días que marcó el Consejo de Ministros, y pagar la correspondiente multa, es que el tema a tratar debe ser de vital importancia para los españoles. ¿Las elecciones europeas? ¿El linchamiento a Garzón? ¿La expansión de la fiebre porcina? ¿La desaparición de un avión con 230 pasajeros? No, por favor, no me vengan con minucias. El '59 segundos' especial estuvo dedicado nada más y nada menos que a ¡tachán! Florentino Pérez.

Algo huele a Cacá en todo esto.

Un motivo para no ver la televisión

Dave Alvin.
Cd: Dave Alvin and the Guilty Women.
Yep Roc Records.

El guitarrista, compositor y productor californiano Dave Alvin siempre ha sabido rodearse de buena gente. Primero fueron los legendarios Blasters, una máquina perfecta de rock and roll. Después los Knitters, donde compartió su talento con el de John Doe o la increíble (y desaparecida) Exene Cervenka. Ahora se ha marcado un disco excelente, que tiene continuidad en forma de gira, con un puñado de mujeres culpables. Ya saben, esas que son más divertidas que las inocentes.

Laurie Lewis, Christy McWilson, Amy Farris, Cindy Cashdollar... Buenas voces, excelentes instrumentistas, para un disco impecable que comienza con el clásico 'Marie Marie' y termina, doce canciones más tarde, con 'Que será, será'. Raíces vaqueras y bluseras.