El Sol: paisaje después de la batalla

Rescatamos algunos de los anuncios que concursaron en el reciente festival de San Sebastián y que no han recibido ningún premio. Una forma de salvar del olvido a unas piezas que, a pesar de la suerte que han corrido, tampoco están tan mal.

Los días posteriores a un festival de publicidad son como un campo de batalla después de la contienda. Hay vencedores, hay vencidos y ambos caminan, unos eufóricos, otros desorientados, entre materiales inservibles y enseres sin dueño.

Al igual que sucede con las batallas decisivas de la historia, al final son los trabajos de los ganadores los que se recordarán en el futuro; los de los perdedores se olvidan. Por eso hemos querido rescatar algunas campañas a concurso en el pasado festival de publicidad El Sol que, de no ser así, acabarían por diluirse poco a poco en el olvido.

Este es el caso de este Apagón (Blackout) de la agencia Prolam Y&R para las ampolletas (bombillas) económicas de la marca Easy que encabeza nuestro artículo. Un divertido spot que, a pesar de su sencillez, humor y claridad al transmitir el mensaje de la marca sí pasó la lista corta pero no consiguió entrar en el palmarés a pesar de que hubo bronces que dejaron peor sabor de boca que este spot.

Algo similar, aunque en este caso ni siquiera pasó esa primera criba que abre la posibilidad de conseguir un galardón, fue la campaña de Sra. Rushmore para Línea Directa. Una serie de divertidos anuncios que superan la veintena, muy bien rodados, con un buen copy, con una buena puesta en escena, minimalista y muy teatral en la que está continuamente presente el color corporativo de la marca pero que no fueron tenidos en cuenta por el jurado correspondiente, quien tampoco prestó atención a ese ejercicio de metapublicidad que es el spot de Dimensión para anunciar la nueva televisión de Euskaltel, protagonizado por algunos de los iconos más representativos de las marcas más internacionales.

Pero como no todo va a ser parabienes, también vamos a aprovechar este espacio para mencionar una campaña que no ganó nada, a Dios gracias. Un acto de justicia habida cuenta de que los anuncios eran un plagio flagrante de la serie de televisión británica The Office. Nos referimos a la campaña de Caja Madrid que ya fue criticada en diferentes medios por esta sonrojante coincidencia y que, lejos de sacarles los colores a los creativos implicados, los de la agencia Shackleton, no les ha disuadido de inscribir la pieza a concurso.

Para que no se equivoquen, el spot de Caja Madrid es el que está cantado en español.