¡Tu réflex también graba vídeo! El time-lapse y el stop motion (I)

Asistimos a una avalancha de lanzamientos de cámaras réflex con posibilidad de filmar vídeo, pero técnicas como el time-lapse y el stop motion permiten usar la cámara de fotos como si se tratase de una videocámara. En esta primera parte te contamos la forma de crear 'instantáneas animadas' que capturen el paso del tiempo mediante la técnica del time-lapse.

*saxon* (FLICKR)

Tu réflex permite captar secuencias animadas con esta técnica.

Luis Caldevilla es un operador de cámara con más de 20 años de experiencia a sus espaldas. En la charla que hemos mantenido con él nos explica que hace casi 10 años se instaló en Madrid por un proyecto profesional. Fue entonces cuando comenzó a dedicar gran parte de su tiempo libre a experimentar con la técnica del time-lapse, que en esencia consiste en acelerar drásticamente una secuencia de vídeo para ver el paso del tiempo en un único plano.

Más allá de sus connotaciones estéticas el time-lapse ha sido utilizado con frecuencia en documentales, pues es especialmente útil para poder observar un fenómeno que se produce con lentitud. Un buen ejemplo es este vídeo de National Geographic en el que se observa una aurora boreal en Noruega. También suele usarse para ilustrar documentos visuales sobre botánica en los que se aprecia el crecimiento de una planta.

Fotografiando rascacielos durante años

La afición se le fue de las manos a Luis debido a que vive frente al complejo empresarial de las Cuatro Torres, en el norte de Madrid. Cuando comenzaron a construirse estos rascacielos decidió filmar las obras utilizando una videocámara, acelerando las secuencias para que pudiese observarse con claridad el proceso. Estos impresionantes montajes los publica desde entonces en su web torresmadrid.org.

Estas imágenes comenzaron a levantar una gran expectación. Incluso una de las empresas constructoras de las torres se interesó por su trabajo. Luis quiso entonces aumentar la calidad de sus grabaciones, pues hasta ese momento utilizaba una sencilla videocámara de calidad estándar. Sin embargo el precio de un buen equipo para filmar en alta definición le desanimó. En vez de rendirse se decantó por realizar los vídeos con una sencilla cámara réflex de fotos, que por poco dinero le permitía lograr imágenes de una calidad muy alta.

¿Qué equipo necesito?

1. La cámara. Para realizar un vídeo con esta técnica estaría bien que la máquina permita programar los disparos que hacemos con ella, pero son pocos los modelos que permiten algo así. La Nikon D300 es una de ellas, de hecho es una de las que Luis utiliza. Aunque nos advierte que el obturador de este modelo 'sólo' le aguantó 93.000 disparos frente a los 200.000 que le permitió hacer su modesta Canon 400D —también dispone de una Canon 450D y de una compacta Canon G10—.

Luis nos recomienda que para practicar la técnica utilicemos las réflex de Canon por lo duraderas que son, aunque asumiendo que más tarde o más temprano tendremos que ir al servicio técnico a que les sustituyan el obturador. Una operación que viene a costar unos 90 euros.

Otra opción es utilizar una cámara compacta de este mismo fabricante que admita el software CHDK. Una vez instalado la máquina permite hacer time-lapses al poder programar la secuencia de disparo. No dejes de ver el vídeo que Juan Jesús Gómez —del equipo de diseño de soitu.es— ha realizado disparando montones de fotos con una Canon 'hackeada'. Nos ha dejado boquiabiertos.

También se puede utilizar la cámara del iPhone para realizar las tomas. Gracias a una aplicación de la tienda de Apple podemos programar su frecuencia del disparo. También existe algún que otro trasto curioso, como una cámara pensada para hacer fotos de nuestro jardín durante largas temporadas. Cuesta unos 120 euros, sus pilas permiten que funcione durante cuatro meses, y permite ver crecer así a nuestras plantas.

2. El intervalómetro. Si cuentas con una réflex que no permite programar la frecuencia de disparo no te preocupes. Puedes usar un intervalómetro, que no es otra cosa que un aparato que conectas a tu cámara y que permite programar los disparos. Luis nos recomienda que si usamos Canon compremos el modelo TC-80N3, que puede ser 'fácilmente' modificado para ser utilizado con cualquier modelo de este fabricante. Cuesta unos 120 euros.

También es posible usar el intervalómetro Pclix LT, que según nos dice Luis es una buena alternativa para cualquier cámara réflex —con el cable adecuado viene a costar unos 130 euros—. Si deseas saber más sobre estos dispositivos puedes visitar el foro de timelapse.tv, el único que existe en castellano sobre esta técnica.

El intervalómetro, clave en el time-lapse.

Si eres un verdadero manitas en Instructables explican la forma de usar una calculadora de Texas Instrument como intervalómetro, aunque esta alternativa sólo es recomendable para los que necesiten un control total de las tomas o se obstinen en desguazar cualquier trasto que funcione con pilas.

3. El trípode. A priori no es del todo imprescindible, pues al fin y al cabo es posible disparar fotos sosteniendo la cámara con las manos en algunos trabajos —sobre todo en los que nos movemos por el espacio—. Sin embargo es muy recomendable utilizarlo y cuanto más firme sea con más exactitud realizaremos las tomas y evitaremos saltos innecesarios en la imagen.

Si queremos hacer un barrido con la cámara para captar una panorámica -como esta hecha por Luis en la Plaza Mayor de Madrid- debemos usar un trípode que permita que el cabezal gire con cierta ligereza. Los más ambiciosos pueden usar un trípode motorizado como los que se usan en astronomía —Luis utiliza uno de la firma Meade—. También existe la posibilidad de comprar por unos 100 euros un cabezal motorizado de Bescor para trípodes comunes.

4. El ordenador y el software. En principio cualquier ordenador con potencia suficiente para editar fotos y vídeos sirve, sobre todo teniendo en cuenta que las secuencias de time-lapse no suelen tener una gran duración. Como referencia cabe decir que Luis utiliza un Mac G5 y un portátil MacBook. Con este último en ocasiones realiza montajes rápidos sobre el terreno mientras toma imágenes.

Sobre el software cualquier versión de Photoshop es perfecta a la hora de editar las fotos, pues permite automatizar procesos como los recortes de la imagen. Es importante que junto con Photoshop utilices el programa de clasificación Adobe Bridge, que te permitirá editarlas por lotes. También son ideales para clasificar y editar las fotos los programas Lightroom de Adobe y Aperture de Apple.

Para editar el vídeo importando las fotos puedes usar muchos programas. Luis usa Final Cut, pero también puedes utilizar Adobe Premiere o incluso algo mucho más sencillo, como iMovie. Si usas este último te recomendamos que uses la versión 06 HD, que hasta hace poco podía ser descargada de la web de Apple de forma gratuita. Lo hemos probado y nos convence mucho más para hacer time-lapses que las versiones posteriores.

5. Baterías, memorias, y discos duros. En el caso de que realices tomas muy largas lo mejor es utilizar una empuñadura de batería que aumente la autonomía energética de la cámara. También es importante que cuentes con memorias de alta capacidad que permitan grabar el gran número de fotos que vas a tomar.

Es probable que necesites comprar un disco duro para almacenar todo el material. De hecho, Luis Caldevilla acaba de adquirir su tercer terabyte de almacenamiento. Además guarda todos sus datos por duplicado, por lo que cuando termine de llenar este nuevo disco habrá almacenado seis terabytes de datos. Este disco de Western Digital -que ya analizamos en su momento- es idóneo.

La técnica

Nuestro hombre explica que 'esta técnica tiene un punto mágico, como la fotografía analógica. Tienes que editar, tienes que esperar para ver el resultado final y a veces hay sorpresas, como cuando haciendo un time-lapse en Galicia comprobé al ver las fotos que había pasado junto a mi una grúa enorme sin darme cuenta'.

De hecho es importante tener en cuenta que para hacer estas secuencias hay que tener paciencia, mucha paciencia. Aunque no hay que desanimarse, pues en algunos casos el proceso puede ser muy sencillo. Lo primero que debes definir es el motivo sobre el que deseas realizar el time-lapse y tener en cuenta que un segundo de vídeo requiere de 25 fotogramas, por lo que toma la calculadora y haz cuentas.

Si quieres que el vídeo sea muy fluido debes necesitas 25 imágenes para obtener un segundo de metraje, pero también puedes optar por hacer algo más modesto. Cinco fotografías por cada segundo de metraje puede ser una cantidad interesante para comenzar a hacer pruebas. Una forma fácil de comenzar es colocar en una ventana la cámara durante un par de horas y disparar una foto cada minuto más o menos. El vídeo resultante durará menos de cinco segundos, pero seguro que te asombra el resultado.

Al hacer las fotos es importante que tengas en cuenta que el tamaño de la imagen, el enfoque, la profundidad de campo, la velocidad de disparo, y la sensibilidad ISO deben mantenerse en las tomas para obtener imágenes homogéneas. No obstante puedes experimentar realizando variaciones de todos estos parámetros. Al fin y al cabo esta es una técnica artística.

Cuanto más corto sea el periodo de tiempo que captas más homogéneas serán las imágenes resultantes. Si disparas fotos ininterrumpidamente durante muchas horas la luz cambiará tanto que en algún momento las fotos aparecerán claramente subexpuestas o sobreexpuestas. Antes de que eso ocurra has de parar la toma de imágenes y programar nuevos parámetros. De esa forma evitarás cambios bruscos.

Si deseas obtener una secuencia en vídeo Full HD las imágenes en este formato tienen unas dimensiones de 1920x1080 píxeles. Algunas cámaras permiten hacer fotos con estas proporciones, pero si la tuya no puede debes pensar que la imagen que tomes sufrirá un recorte. Por ello, piensa en el formato definitivo del vídeo al encuadrar la toma con la cámara. Una buena idea es tomar una única foto, descargarla en el ordenador, y recortarla con tu programa de edición fotográfica para hacer una prueba.

Una vez que tengas todas las fotos disparadas las puedes editar por lotes y recortarlas o mejorar algún aspecto que no te convezca. Por ejemplo, si en parte de las fotos ha habido un cambio drástico de luz con Adobe Camera de Photoshop puedes alterar varias imágenes a la vez para mejorarlas.

Al editar el vídeo debes importar todas las imágenes resultantes con el programa que uses. Lo idóneo es que el formato de las fotos esté ya adaptado al tamaño definitivo, pero en cualquier caso también puedes realizar esa operación en esta fase. Una vez que se encuentren en la línea de tiempo es el momento clave de ajustar la velocidad de la secuencia, poner unos títulos de crédito, sonorizar, y renderizar el resultado final.

Si deseas difundir el resultado en internet asegúrate de optimizar el vídeo en alta definición para enviarlo a YouTube, a Vimeo, o a la red social que prefieras. Si realizas algún time-lapse no dejes de avisarnos ¡Nos encantaría verlo!