La oposición boliviana cuestiona que supuestos terroristas dispararan a policías

La Paz.-  Diputados opositores de la comisión parlamentaria que investiga el caso de supuesto terrorismo descubierto en Bolivia cuestionaron hoy que los presuntos mercenarios dispararan a los policías en el operativo desarrollado el mes pasado en Santa Cruz.

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(EFE)

En la imagen, el húngaro Elöd Tóásó, uno de los supuestos terroristas detenidos en una cárcel de la capital boliviana, tras el operativo en la ciudad de Santa Cruz a mediados de mes. EFE/Archivo

En declaraciones a Efe, Peter Maldonado, de Unidad Nacional (UN), y Bernardo Montenegro, de la alianza Poder Democrático y Social (Podemos), dudaron de la versión de la Policía, que afirmó ayer que hubo intercambio de disparos, según el examen forense practicado a los cadáveres de los tres supuestos terroristas abatidos.

Esa versión, que desmiente la tesis de una hipotética ejecución, fue apoyada por el oficialista César Navarro, que preside la comisión de investigación constituida en la Cámara de Diputados.

En la operación desarrollada el pasado 16 de abril en Santa Cruz (este) murieron los supuestos mercenarios Eduardo Rozsa Flores (boliviano con ciudadanía húngara y croata), Arpad Magyarosi (rumano de origen húngaro) y Michel Martin Dwyer (irlandés).

Los tres formaban parte de una banda que, según las autoridades bolivianas, pretendía asesinar al presidente Evo Morales y formar milicias de defensa civil en la región oriental de Santa Cruz de cara a su independencia.

Maldonado explicó que la comisión parlamentaria se encuentra en fase de investigación del informe forense, cuyos elementos deben ser aún evaluados y contrastados.

Por ello, considera un "error" de la Policía boliviana que haya "sacado conclusiones en un tono amenazante".

Pese a que consideró "prematuro" definir si los supuestos terroristas fueron ejecutados o si hubo un enfrentamiento con los policías, explicó que hay "elementos claros sobre lo que ha pasado".

En el caso del supuesto líder de la banda, Rozsa Flores, presenta un disparo en la mano, lo que puede llevar a concluir que intentó "cubrirse como una reacción natural" y, por tanto, no tenía intención de disparar, indicó Maldonado.

Según el informe forense citado por el diputado de UN, Rozsa recibió siete disparos, uno de ellos en la frente con una trayectoria de entrada por el lado superior y de salida por la nuca, es decir, de arriba a abajo.

Para el parlamentario, este dato, unido a la estatura del supuesto terrorista (1,80 metros), indica que la bala ingresó cuando Rozsa estaba cayendo al suelo o cuando estaba tendido en el piso, "lo que indicaría que lo ejecutaron".

Sobre el irlandés Martin Dwyer, Maldonado aseguró que recibió seis disparos en la espalda y uno en el pecho, lo que "podría indicar que fue acribillado cuando intentaba huir".

En este caso, tampoco descartó que el primer disparo lo recibiera de frente y el resto por la espalda.

Por su parte, Montenegro abogó por contrastar los informes forenses y las pruebas de balística con los testimonios de personas que estaban en el hotel cruceño donde se desarrolló el operativo policial.

Esos testimonios, dijo el diputado opositor, indican que "solamente en una de las habitaciones (la de Rozsa) había un arma de fuego que estaba relativamente accesible".

En el resto de las habitaciones de los fallecidos había armas de fuego en maletines cerrados en la parte superior del ropero, explicó.

A su juicio, esto explica que los supuestos mercenarios no tuvieron acceso a las armas, por lo que "sería prácticamente imposible que estas personas hayan puesto resistencia o hayan disparado".

Sin embargo, Navarro destacó a Efe que el informe balístico de la Policía concluye que hubo un "cruce de líneas de trayectoria provenientes del interior y exterior de las habitaciones" del hotel.

"La conclusión central es que los terroristas murieron por impactos de bala, que utilizaron armas de fuego para la defensa y que hubo cruce de balas y, por lo tanto, enfrentamiento", afirmó.

Navarro defendió en este sentido las "interpretaciones técnicas y no políticas o mediáticas" de las autopsias a los fallecidos para determinar cómo murieron.