Los pros y los contras de Tokio 2016

Tokio.-  La candidatura de Tokio para los Juegos Olímpicos de 2016 apuesta por ser compacta, ecológica y segura económicamente, pero se enfrenta a la cercanía de los Juegos de Pekín, el reducido nivel de apoyo popular y las condiciones climatológicas adversas en verano.

ampliar foto

(EFE)

La ex atleta marroquí Nawal El Moutawakel (c), presidenta de la comisión de evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI) para los Juegos Olímpicos de 2016, sonrie al comienzo de la última reunión hoy de los trece expertos en la organización de Juegos Olímpicos para estudiar los aspectos de seguridad, tecnología y servicios médicos y antidopaje de la candidatura de Tokio 2016, que compite contra Madrid, Chicago y Río de Janeiro. EFE/Cedida por la campaña Tokio 2016

Para imponerse a sus rivales en la carrera por convertirse en la sede de los Juegos de 2016, en la que junto a Tokio compiten Madrid, Río de Janeiro y Chicago, los japoneses han optado por presentarse como la opción más segura en tiempos de crisis económica.

Tokio estima que para la celebración de sus Juegos necesitará cerca de 3.800 millones de dólares y el Gobierno Metropolitano de la capital nipona cuenta ya con un fondo asegurado de cerca 3.700.

Eso, unido a la garantía financiera total por parte del Gobierno nacional, el apoyo explícito del Parlamento japonés y el hecho de disponer asegurado el 75 por ciento del presupuesto para los próximos cuatro años del Comité Olímpico Japonés (COJ) a base de patrocinios, son algunos de los puntos más fuertes de los tokiotas.

Tokio se presenta además como la opción más ecológica, con el objetivo de convertir los Juegos de 2016 en los primeros de la historia de Cero Emisiones, y la más compacta, al reunir el 97 por ciento de sus instalaciones en un radio de 8 kilómetros situado en el corazón de la ciudad.

Durante la visita oficial entre el 16 y el 19 de abril a Tokio de la comisión de evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI), los japoneses se esforzaron en demostrar a estos trece expertos en la organización de Juegos Olímpicos que Tokio estaba lista para hacerlo en 2016.

"De esta visita resaltaría que estamos totalmente preparados y que lo tenemos todo a tiempo", dijo esta semana el jefe de la campaña tokiota, Ichiro Kono, confiado en que la organización y la seriedad japonesas serían una importante baza para conseguir los Juegos de 2016.

Sin embargo, en la otra cara de la moneda se sitúan factores tales como la falta de un apoyo popular significativo, el elevado nivel de humedad en verano y la cercanía de los Juegos de Pekín en 2008.

Los problemas lingüísticos, debido al reducido nivel de inglés generalizado, y en general las diferencias culturales y dificultades de comunicación de la campaña -detectadas incluso por la prensa nacional en sus reportes-, se barajan también como puntos flojos de la candidatura tokiota, que intenta sin embargo contrarrestarlos con la célebre "hospitalidad japonesa" y su apreciada gastronomía.

La campaña baraja actualmente cifras del 70 por ciento de apoyo popular, según sus últimas encuestas.

"Los japoneses esperan a que todo esté decidido, pero estoy seguro de que habrá muchísimo entusiasmo popular una vez que se establezca (la sede de los Juegos para 2016, el próximo 2 de octubre)", dijo a Efe el arquitecto nipón Tadao Ando, miembro de la campaña japonesa.

Sin embargo, el apoyo popular fue uno de los puntos en los que Tokio se situó bastante por detrás de sus ciudades rivales, según la evaluación inicial de junio del año pasado, y que quedó plasmada en las discretas protestas que se organizaron durante la visita de la comisión de evaluación del COI.

Los manifestantes, que no superaban la treintena, mantenían que "Tokio no necesita unos Juegos" y alegaban que no querían que se les subieran los impuestos.

Sobre la cercanía de los Juegos de Pekín, en 2008, la candidatura mantiene que "no está establecida una política de rotación de continentes obligatoria", algo que también mantiene vivas las esperanzas de Madrid, frente al factor Londres 2012.

Las temperaturas y el elevado nivel de humedad del mes de agosto en Tokio, que suele superar el 80 por ciento, son otros de los factores que se barajan como inconvenientes para Tokio, que celebró sus pasados Juegos Olímpicos de Verano en octubre de 1964.