Pepe, vente pa China

Entre los años 50 y 60, en pleno período de penuria económica, inmensas hileras de españoles hicieron la maleta y enfilaron hacia el centro de Europa en busca de algo de prosperidad. Hasta cuatro millones de trabajadores abandonaron España a la llamada del 'Vente a Alemania, Pepe'. Ahora que han vuelto las nubes negras sobre nuestra economía, ¿dónde podemos buscar refugio? Ya que estamos ante la primera crisis global, que afecta a todos los países casi sin distinción, ¿sigue siendo una buena opción ir a ganarse las lentejas al extranjero?

Saad.Akhtar (Flickr)

¿Te vienes a mi país?

La necesidad de cambiar de país para llenarse el bolsillo se hizo notar, por ejemplo, en la última vendimia francesa, donde el número de españoles que se desplazaron a trabajar aumentó en un 10%, debido en buena parte a los parados del ladrillo. Sin embargo, este dato no puede leerse como un síntoma de que los españoles vayan a emigrar en masa para encontrar acomodo laboral.

Así lo cree Juan Carlos Martínez-Lázaro, profesor en el Instituto de Empresa Business School, quien, con los indicadores económicos que se manejan hoy en día, descarta que vayan a producirse desplazamientos masivos. Y es que las condiciones han variado mucho desde aquellos años 50 y 60. Por ejemplo, gracias a la existencia de una serie de redes de soporte social, como el subsidio de desempleo, que antes apenas existían y ahora pueden ayudar a capear el temporal.

Además, España dejó de ser un país emigrante para convertirse en un país receptor, de modo que es más probable que, ante la crisis, sean los inmigrantes que han trabajado en los últimos años en España los primeros en marcharse, debido a su menor arraigo. Estos dejarán hueco a los trabajadores españoles que antes no querían dedicarse a las labores más duras, como por ejemplo, la agricultura. No en vano, son ya casi 25.000 parados de otros sectores los que han recalado en esta actividad.

Para Juan Carlos Martínez-Lázaro queda aún lejos la marcha de los españoles a otros países. Pero, ¿y si la crisis siguiera su curso y acabara sucediendo? Como se ha dicho, estamos ante la primera crisis global, por lo que se hace muy difícil encontrar una salida estable en otro lugar. ¿Qué puede esperarse de un panorama en el que hasta Alemania está en recesión? "No se ve que vaya a haber una locomotora europea por lo menos de aquí a 12 meses", añade el profesor.

De hecho, las economías europeas que se están comportando de forma más sólida son las de Polonia y Eslovaquia, países que aún no han entrado en cifras negativas de crecimiento. ¿Alguien se imagina un aluvión de británicos emigrando a Polonia para poder salvarse de la crisis? ¿El mundo al revés?

¿Y por qué no irse a China?

Al margen de Europa, algunos parados podrían contemplar la posibilidad de viajar a países lejanos y con una economía prometedora. Pero tampoco va a ser una tarea fácil. "La situación no va a ser menos catastrófica en otros lugares", asegura Martínez-Lázaro, que pone el ejemplo de China. A pesar de que los últimos datos aseguran que el país asiático aún sigue creciendo a un ritmo del 6%, "es una tasa pequeña para un país que necesita crecer a ritmos superiores para evitar algunos problemas, como por ejemplo, el de la absorción de una enorme masa de mano de obra rural. El país se está resintiendo, además, de unas caídas en las exportaciones que rondan el 40%, por lo que China está abordando un importante proceso de reestructuración y su situación no es sencilla", asegura el profesor.

Además, es lógico pensar que las necesidades de mano de obra no cualificada en China serán cubiertas mayoritariamente por trabajadores procedentes de algunos países del sureste asiático, donde los habitantes no gozan de tanta seguridad a la hora de trabajar ni de tantos servicios de soporte social, los cuales frenan la movilidad de los trabajadores, a pesar de la crisis, en los países europeos más acomodados.

La India es otro país emergente con una importante tasa de crecimiento, pero que también tiene algunos problemas que equiparan su situación con la de China (si bien la economía china está más ajustada macroeconómicamente que la india, por lo que puede sentir en menor medida las consecuencias negativas de la crisis).

Si los emergentes tampoco parecen la mejor opción, ¿qué nos queda? "Hombre, dentro de lo malo, los países con un mercado de trabajo más flexible, con más políticas activas y menos protección, son los que pueden pasar menos dificultades en esta crisis, como China, Estados Unidos o Japón", afirma Francisco Mochón, catedrático de Economía en la UNED.

Sin embargo, la posibilidad de trabajar en estos mercados es bastante compleja, ya que "son países muy restrictivos para la mano de obra menos cualificada, por lo que sólo los trabajadores más cualificados podrían dar ese paso de forma sencilla", añade Mochón. De este modo, de momento, la gente puede ir desterrando la idea de cruzar las fronteras para encontrar un buen trabajo y de entonar aquello que se decía en los años 50 y 60, pero en clave de crisis global: "Pepe, vente pa China".