¿Qué hacía el autor antes de escribir su obra maestra?

Art Spiegelman es el autor del mejor cómic de la historia (hablamos de Maus, por supuesto), y además, el único ganador de un Premio Pulitzer. Pero a pesar de esto, su nombre no es demasiado conocido en España, y son pocas sus obras publicadas en nuestro país. Para remediarlo, Random House nos ofrece en magnífica edición, Breakdowns.

Para crear una obra de la talla de Maus, hay que empezar a pegar fuerte desde joven, y eso lo tenía muy claro Spiegelman, cuya principal obsesión era demostrar al mundo que el cómic era una forma de arte más, y que tenía infinitas posibilidades. Claro que lo iba a tener difícil, pues prácticamente nadie antes que él lo había intentado, y menos de la forma en la que él lo pensaba hacer. Menos mal que era coetáneo de los grandes popes del underground, entre ellos del gran Robert Crumb, que le hicieron ver la luz en algunos aspectos.

El joven Spiegelman era un apasionado de los cómics, como forma de arte y medio de expresión, y quería demostrarlo, dignificándolo de forma desesperada. Y esto es lo que nos encontramos en las planchas de Breakdowns, una compilación de historietas donde un torturado artista quiere aprovechar todas las posibilidades que este medio le permite, dotarlo de grandeza, pero sin olvidar de donde proviene. Utiliza resortes propios y otros ajenos y, mientras crea, explora, realizando hallazgos muy interesantes.

En esta recopilación primeriza hay por tanto referencias a la literatura, a Picasso, al arte pop, a la filosofía... sin olvidar que incluye la primera historieta titulada Maus, que luego desembocaría en la obra que todo el mundo conoce. Sin embargo, el libro que se ha editado ahora, incluye en su interior una reproducción facsímil cuyo titulo es: "Breakdowns. De Maus a la actualidad. Una antología de historietas de Art Spiegelman".

A ésta se le han añadido otras tantas páginas que el autor ha creado en la actualidad cuyo nexo de unión con las otras es el de, otra vez, la exploración del lenguaje de la historieta. La diferencia es evidente. Mayor calidad de dibujo, del guión y una madurez en todos los aspectos que hacen que esta parte del libro sea la más interesante. Para terminar de redondear la edición, ésta se complementa con un denso epílogo del propio artista que sitúa en su contexto las historietas originales.