Navaluenga (Ávila).- Miles de personas han participado esta tarde en la procesión de 'Los Romances', de Navaluenga (Ávila), en la que dos cuadrillas de romanceros se han retado para discernir cual de ellos recita mejor, más alto y más claro los versos que Lope de Vega compuso a la Pasión de Jesucristo.
Miles de personas participan esta tarde en la procesión de 'Los Romances', de Navaluenga (Ávila), en la que dos cuadrillas de romanceros se han retado en el tradicional 'pique' para discernir cual de ellos recita mejor, más alto y más claro los versos que Lope de Vega compuso a la Pasión de Jesucristo.
'El pique', como se conoce tradicionalmente a este reto entre cuadrillas de romanceros, es la celebración más arraigada de la Semana Santa de esta localidad de 2.100 habitantes, situada a 40 kilómetros de Ávila, que no hace demasiados años estuvo a punto de desaparecer.
El empeño de la Hermandad de Romanceros, que cuenta en la actualidad con alrededor 500 socios, ha logrado rescatarla y potenciar esta procesión de 'Los Romances' hasta conseguir una proyección exterior que puede valerle en el futuro su declaración de Interés Turístico Regional, tal y como solicita el Ayuntamiento.
Los romanceros han salido de la iglesia unos minutos antes de que finalizasen los oficios y se han agrupado en dos cuadrillas que, para aplacar los nervios previos al 'pique', han apretado sus fajas, se han colocado sus medallas y han entonado en voz baja los primeros versos para calentar la voz.
Han abierto el desfile la cruz procesional portada por los monaguillos, el estandarte de la Hermandad de los Romanceros y los pasos del Cristo de la Veracruz y la Dolorosa, quedando entre las dos imágenes los romanceros para entonar durante la procesión los más de trescientos versos de Lope de Vega.
Esta tradición ha tenido su punto culminante cuando las dos cuadrillas mixtas de hombres y mujeres, junto a algunos niños que en total superaban el medio centenar, han recitado esos romances que Lope de Vega dedicó a la Pasión de Jesucristo en el siglo XVII y que fueron publicados en las "Rimas Sacras" (1614).
No existe constancia sobre el origen de esta tradición popular, aunque se cree que pudo surgir en el siglo XVII, como manifestación de fe durante la contrarreforma, para después convertirse en acto procesional en el siglo XVIII.
En el siglo XIX los romanceros solteros y casados se desafiaban entre sí, de manera que la cuadrilla perdedora invitaba a la ganadora a limonada y bollos, y hoy en día es el Ayuntamiento de Navaluenga el que invita a todos los asistentes mientras se entonan canciones típicas de la localidad.
La costumbre inicialmente reservada a los hombres, está abierta a mujeres y niños que finalizado el recorrido de esta procesión de cuatro pasos -tres cristos y La Dolorosa- se han vuelto a citar junto la iglesia de Nuestra Señora de los Villares para volverse a 'picar' un año más.
A mitad del recorrido, los participantes en la procesión han realizado una parada frente a la ermita de La Merced, donde las mujeres le han cantado a la imagen de la Virgen 'Las siete palabras'.
La tradición señala que el 'pique' concluye cuando uno de los coros se equivoca, aunque lo habitual es que esto no ocurra y culmine una vez que se recitan todos los más de 300 versos, divididos en catorce estaciones, que señalan que se trata de un Vía Crucis penitencial.
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