Muere parte de la banda sonora de los años 70 y 80

De manera discreta, como siempre fue su vida, ha fallecido Mari Trini. Lo último que sabíamos de ella era por una aparición hace cuatro años en un programa de televisión para promocionar el recopilatorio 'Una estrella en el jardín' que ponía en circulación su antigua discográfica junto a un dvd con sus mejores apariciones televisivas. Allí contó que estaba semi retirada. Pasó por encima los detalles de su enfermedad y la depresión que había arrastrado por la falta de salud y el engaño del promotor de su último disco. "A mi edad y con mi carrera, yo que creía que sabía todo de la industria y me engañaron como a un principiante", se lamentaba. Atrás quedaba una extensa colección de canciones que han sido la banda sonora de la vida de muchos de nosotros durante las décadas de los 70 y 80.

Siempre discreta y vendiendo su trabajo y su arte, no su vida. Sin dar pie a los comentarios maliciosos que durante toda su vida la acompañaron especulando. Sólo una vez se lió la manta a la cabeza en los 80 cuando, cansada de oír que si tenía una pierna ortopédica, que si la tenía deforme... Acostumbrada a vestir siempre de negro y con trajes largos, vestigio de su etapa afrancesada existencialista, un día se cansó de los dimes y diretes, se puso minifalda y se desnudó para Interviú. Todos se callaron la boca y ella siguió con sus canciones.

Cuidadosa con sus producciones perteneció a la etapa gloriosa de la discográfica Hispavox con grabaciones elegantes llenas de grandes orquestas dirigidas y producidas por los geniales Waldo de los Ríos y Rafael Trabucchelli. En directo siempre estaba acompañada por su fiel directora musical Mariní Callejo, otro de los grandes nombres de la historia musical que habría que homenajear y reivindicar antes de que sea demasiado tarde.

Comenzó cantando en francés por su adoración a Brel y la Piaf. Su versión del 'Ne me quitte pas' es una de las mejores que hay cantada por un extranjero. En la historia del pop español quedan joyas como 'Amores', 'Yo confieso' o 'Yo no soy esa'. En los 80 tuvo su segunda gran etapa gloriosa con discos más pop como 'Una estrella en mi jardín' o 'Ayúdala' donde supo añadir teclados y guitarras a sus producciones acorde con los tiempos.

Maria Trinidad Pérez de Miravete, Mari Trini, falleció ayer a los 61 años en un hospital de Murcia, su tierra, en la que llevaba viviendo desde que se retiró y abandonó sus casas de Madrid e Ibiza, y donde estaba preparando un concierto de despedida de su carrera. Nunca necesitó vender escándalos ni montajes. Vivió de su trabajo y su arte, que es lo que quedará siempre en nuestros corazones.