Bernardino León, el Rambo de ZP

Con fama de intrépido diplomático, siempre presto a resolver los conflictos sobre el terreno, el secretario general de Presidencia se ha convertido en el 'fontanero' superstar tras recomponer la relación con Obama y rectificar a Chacón tras el incidente de Kosovo. Ahora se entiende por qué le llamaban 'Rambo'.

(EFE)

Dinámico y resolutivo, León tras salvar el honor de España.

Detrás de ese aspecto pulcro y atildado, este diplomático de carrera esconde un corazón de superhéroe. No se dejen engañar por sus gafas, una incorporación reciente a su uniforme que, según lenguas maledicentes, es un adorno para trasmitir una mayor dosis de intelectualidad. Desde que empezó a trabajar en el Ministerio de Asuntos Exteriores al sacar la oposición en el año 1990, esa vena audaz le ha caracterizado tanto como su facilidad para bandearse con éxito, lo que algunos denominan capacidad de intriga. En lo que cualquiera que le conoce coincide es en la tendencia a la acción que muestra. El aspecto administrativo de su profesión siempre le ha causado alergia. Quizás por eso el pasado fin de semana se ha revelado como el perfecto director del equipo A, resolviendo con dinamismo y efectividad el entuerto que había causado Carme Chacón al anunciar en la base española en Kosovo que era hora de volver a casa sin comunicarlo previamente a la OTAN ni a EEUU, socios en la misión. Con un aire a Pierce Brosnan en normalucho, el que es considerado uno de los hombres de confianza de Zapatero —si es que se puede definir con ese calificativo a alguno de los colaboradores cercanos del presidente—, ha copado las pantallas y portadas compitiendo en protagonismo con la ministra de Defensa.

"Ni tan siquiera Julio Feo —polémico secretario de la Presidencia con Felipe González desde 1982 a 1987— tuvo un momento de gloria como el que ha disfrutado Bernardino, ni tampoco enmendó la plana de un ministro", recuerda un diputado socialista próximo al actual presidente. Claro que León no es cualquiera. "Nunca le pillas en un renuncio, es imposible", apunta un colega diplomático. Con un disimulado acento andaluz, a este malagueño (1964) ya se le presentía un futuro prometedor más allá de Exteriores, lo mismo que a su compañero de promoción Gustavo de Arístegui, actual portavoz de Exteriores del PP, con el que comparte además haber realizado diversas misiones negociadoras en Oriente Próximo y representación en la Unión Europea. León ha pasado por las embajadas de Liberia, donde ya se fogueó ante las cámaras de televisión, Argelia y Grecia. Fue en Argelia, donde fue cónsul, el país en el que la mujer del embajador le rebautizó como 'Rambo', por su disposición a atender cualquier conflicto que surgía desde el terreno. León no dudaba en acompañar a los GEOS a primera línea, una actitud habitual en todos sus destinos.

Regina Reyes, su mujer y con la que tiene tres hijos, ha sido asistente personal de Sonsoles Espinosa hasta hace poco más de año, diciembre de 2007, que se integró en el consejo de Iberdrola Renovables, como vicesecretaria no consejera. Gozar del beneplácito de la presidenta consorte ha beneficiado también a Bernardino. Además tanto León como Espinosa han coincidido en el patronato de la Fundación Baremboim. El propio Daniel Baremboim le dedicaba un cariñoso artículo en El País hace justo un año. Luego está el arte personal del diplomático para encandilar a Zapatero siendo secretario de Estado de Exteriores, el 'álter ego' de Moratinos, tal y como le definió su propio jefe cuando el presidente se lo llevó al núcleo duro de Moncloa en abril de 2008. Jorge Dezcallar ha sido otro de sus mentores durante su vida diplomática y León no olvida. Así, en junio de 2008, siendo ya secretario general de Presidencia, Dezcallar es nombrado embajador español en EEUU. Juntos han debido de compartir el disgusto por las formas de Carme Chacón este pasado fin de semana en Washington.

"Muy mal debió de sentarle el asunto de Kosovo para que reaccionara de la manera en que lo hizo, diciendo que la ministra no dio las 'explicaciones necesarias'. Él nunca se altera, es un hombre frío, no suele perder la calma y además es diplomático. Es decir, sabe de sobra cuál es el valor de las palabras que pronunció ante los micrófonos. Me ha sorprendido, la verdad", comenta un profesional muy cercano a Bernardino. Considerado un apagafuegos oficial, durante la negociación del Gobierno con ETA, su nombre saltó a la prensa como interlocutor, lo cual negó rotundamente. En donde sí intervino y con resultados satisfactorios fue en la crisis desatada con el Chad en noviembre de 2007, cuando siete españoles fueron detenidos por su vinculación con la ONG "El arca de Zoè" y el tráfico de menores. Sarkozy se atribuyó el éxito de la operación pero León trabajó en la sombra.

Antes asistía a monjitas en peligro en países periféricos y ahora resuelve los temas complejos de la alta política. Hoy el PSOE de su ciudad natal le ha premiado unánimemente eligiéndole para que lidere el partido local. Un detalle importante, ya que en las últimas elecciones quiso encabezar las listas por Málaga y sólo logro figurar a la cola, lo que le impidió hacerse con la ansiada acta de diputado. Zapatero le consoló con su actual puesto. ¿Obtendrá un nuevo galardón por su brillante actuación del fin de semana? Por lo pronto, su nombre es el que suelta el presidente cuando pide que se le informe de movimientos empresariales antes que al ministro correspondiente. Claro que la confianza del presidente ya se sabe que hoy se tiene y mañana, puede que ya no.