Cómo vestirse para una entrevista de trabajo

Ahora que escasea el trabajo, si tienes la inmensa suerte de hacer una entrevista para optar a uno debes tener en cuenta hasta el último detalle para que sea un éxito total. El asunto de la imagen, además de aquello de presentar un curriculum decente, es esencial a la hora de pasar un proceso de selección. ¿Te acuerdas de aquello de ‘una imagen vale más que mil palabras’? Bueno, en el caso de una entrevista es esencial, pero digamos que un lamparón en la camisa o enseñar el tanga por encima de los pantalones no ayuda demasiado. ¿Qué modelo es el más adecuado entonces para impresionar a un entrevistador?

Lo primero que nos queda claro es que no hay un uniforme específico para las entrevistas; al fin y al cabo, no es lo mismo optar a ser comercial en una gran empresa que editor de moda de una revista alternativa. Pero hay unas normas básicas que todo aspirante ha de tener en cuenta, sea cual sea el puesto:

La naturalidad es lo primero, es decir, ¡no te disfraces! Si no te has puesto una corbata en tu vida, puede que no hagas más que el ridículo si te presentas con un nudo mal hecho y mal ajustado a tu cuello. Lo mismo si le coges el collar de perlas a tu abuela para parecer más fina... La expresión ‘como a un santo dos pistolas’ es totalmente apropiada en estos casos.

Es más recomendable ser fiel al estilo propio que intentar aparentar con ropa prestada o comprada especialmente para la ocasión que no hará otra cosa que hacerte sentir incómodo, fuera de lugar y muy inseguro.

Fiel a tu estilo pero siempre más moderado de lo habitual. Es decir, si no sales de vaqueros y zapatos sport en tu vida normal, para este momento escoge tus mejores pantalones, el calzado con mejor aspecto y métete la camisa por dentro. Lo mismo si te van la ostentación y los colores híper llamativos; opta por la versión más suave de tu look habitual. En definitiva, que tu estilo hable de ti pero que no sea lo único en lo que se fijen.

Hasta hace poco los consejos que se ofrecían para vestir en una entrevista de trabajo eran tan uniformes como la ropa que proponían: en este texto sugieren traje tanto para hombre como para mujer, ofreciendo la típica imagen anacrónica del yuppie de los años 80. Pero estamos en 2009 y cada vez es menos necesario recurrir al aburrido traje gris con una discreta corbata, y menos cuando se trata de gente joven.

Para muchas mujeres es una verdadera tragedia ponerse un traje pantalón típico de oficinista, pero por suerte se puede recurrir a un millón más de combinaciones serias, profesionales y elegantes para dar buena imagen. ¡Y con un poquito de tendencia, señoras! Como ejemplo, este look compuesto por falda vaquera tulipán con un lazo en el frontal, jersey de cuello alto con un pequeño estampado y los accesorios justos, un collar de varias vueltas. El largo de la falda es el justo aunque tiene un favorecedor corte de lo más femenino; el top es formal pero no aburrido y las medias tupidas negras con los zapatos de salón caramelo rematan un conjunto 10.

Dentro de un estilo más alternativo y más tendencioso hemos encontrado un look ideal en Kingdom of Style. Colores discretos pero sin renunciar a prendas de temporada como la guerrera con botones plateados, los pitillos abombachados y el tacón. Como vemos, es posible combinar la seriedad con el atrevimiento propio de este blog tan moderno.

En el caso de los hombres también hay posibilidades de escapar del traje con corbata, y más en unos momentos en los que estas prendas están cada vez más en desuso. Volvamos al tema de no disfrazarse en las entrevistas de trabajo: hay que adaptar el estilo informal a la situación. Como muestra, este conjunto de camisa+vaqueros+americana, con esta última preferiblemente por dentro de los pantalones. Para chicos jóvenes, otro look más que correcto podría ser éste con camisa de cuadros grandes perfectamente planchada, vaqueros y una cazadora tipo bómber. En efecto es muy informal, pero correcto y adecuado a una franja de edad entre los 18 y los 30 y tantos que optan a un puesto en profesiones que no se realizan en lo alto de la Torre Picasso.

No nos olvidemos de los accesorios: de nuevo, la discreción debe ser la máxima. Puede que en tu vida normal te encante ponerte taconazos extremadamente llamativos, pero para esta ocasión unos botines como los del look de Kingdom of Style podrían ser una gran opción. Éstos de ASOS son un buen ejemplo: algo de tacón sin pasarse, el colorido justo y con la posibilidad de llevarlo con falda o pantalón sin llamar la atención. Para los hombres, en según qué trabajos hay que olvidarse totalmente de las bambas deportivas, aunque te encanten; tampoco sería lo correcto ponerte esos zapatos negros brillantes que conservas desde los 16 años para las bodas. ¿Qué tal un modelo en un tono neutro, con un diseño estilizado pero que no llama la atención y muy elegante? Sí, también te puede servir para tu vida diaria. En la nueva línea de Blanco para hombre tienes unos muy parecidos por unos 25 euros.

Si te apetece hacer el paripé disfrazándote de ejecutivo, asume que ese viejo y demodé maletín ya no lo lleva nadie. Puede que te encanten estas bolsas brillantes tan urbanas que han sacado en American Apparel y poco después hasta en Bershka, pero entre el maletín rancio y esto hay un término medio. Para ellos, un moderno y socorrido attaché masculino y juvenil donde llevar el portátil, dado que el tema del murse aún está un poco verde para las entrevistas de trabajo. Para ellas, un sencillo y y funcional bolso de inspiración Kelly ni muy grande ni muy pequeño, que denote buen gusto pero que no sea exagerado. No te faltarán opciones de este tipo en Zara, Blanco, H&M, Misako...