La nueva vuelta de tuerca de Javier Corcobado

¿Un nuevo disco de Javier Corcobado? ¿Tiene algo nuevo que ofrecernos o es más de lo mismo? Ummm, quien piense así ante la publicación de 'A nadie' lo tiene claro. Si una cosa no es Javier Corcobado es previsible. Otra cosa es que nos lo haga creer así para que en un momento de despiste nos dé un capotazo que nos deje viéndolas venir, pero el que se disponga a escuchar su nuevo disco creyéndolo saber todo y que viene con la lección aprendida, lo tiene claro.

Para alguien que escribe de música (lo siento, odio la palabra crítico musical. Eso se lo dejo al que escribe en un diario de gran tirada y se refiere siempre a él en una egocéntrica tercera persona), hablar de la obra de Corcobado es realmente difícil. A mí, al menos, siempre me ha tenido descolocado. No lo puedo poner en un grupo, en una clasificación de género y mucho menos puedo hacerlo con su música. Siempre ha estado más allá de modas y corrientes. Políticamente incorrecto sin buscarlo. Siempre ha hecho lo que le ha apetecido y si en ese momento le apetecía grabar una versión de Camilo Sesto o Nino Bravo pues lo hacía y punto. Ya ves tú que problema.

Su público también es otro dilema. En unos diez años habré asistido a unos cuatro o cinco conciertos de Javier Corcobado y sus primeras filas son las más variadas que he visto. Señores mayores con pinta de profesores universitarios, músicos, estudiantes jóvenes de bellas artes, gente de aspecto y trabajo normal… Hay veces que si su música no te ayuda, puedes calificar a un artista por el público que le sigue, pero en el caso de Javier las primeras filas de sus conciertos no ayudan mucho, que digamos. Lo que sí es cierto es que ese público tan ecléctico le sigue con devoción, se sabe sus letras y antes de la actuación las comentan entre ellos buscándole significados ocultos. Al final, asistir a un concierto de Corcobado se divide en dos espectáculos: el que da el artista en el escenario y las teorías y discusiones que se organizan en las primeras filas mientras esperan que comience el show, con unos debates a veces interesantísimos.

El nuevo disco se abre con el tema que da título al mismo. 'A nadie (Dios canta en primera persona ante la tierra destruida)' recuerda al tremendismo compositor del Manuel Alejandro de los 70. Esto no es nuevo para Corcobado. Antes ya había versioneado otras canciones de esas de agarrarte los machos como 'La puerta del amor' de Nino Bravo, 'Getsemaní' de la ópera rock Jesucristo Superestar o 'Digan lo que digan' de Raphael, que es a lo que recuerda este tema con sus subidas desesperadas en el estribillo. Javier Corcobado se mueve muy bien por estos estilos y sería interesante un disco completo de versiones del cancionero español de los 60/70, parecido a lo que hizo con aquel single donde con Los Chatarreros de Sangre y Cielo revisaba a su manera a Martinha, Raphael y Alain Delon.

Tiempos lounge con teclados vintage que casi parecen brasileños en '¿Por qué estoy tan triste?', ritmos entre circenses, verbeneros y afrancesados para 'La canción del viento' o 'Caballitos de anís' (eso que en su momento quiso hacer Bunbury pero que ni de lejos le quedó como a Corcobado), rock psicodélico oscuro casi rockabilly estilo Cramps para 'Soy un niño', guitarras ruidosas hechas música de baile para 'El futuro se desvaneció ayer' (grande la frase "seiscientos mil bikinis ardiendo en la playa") o experimentos sonoros para el tema que cierra el disco, 'Resurrección' y que recupera las descargas ruidosas de la época de Mar Otra Vez.

Sorpresas en el nuevo disco de Corcobado.

La sorpresa de este nuevo disco de Corcobado la encontramos en 'François de vacaciones'. Es la típica letra del repertorio Corcobado: letra tremenda, historia truculenta sobre un colchón musical agradable que despista al oyente hasta llevarle sin que se dé cuenta al caos final pero… De repente, la canción da un giro y todo se transforma en una broma del autor, en una burlona vuelta de tuerca. Para los que aún no hayan escuchado la canción no quiero desvelar el final, pero les aseguro que es sorprendente y, como es habitual en Javier, deja a todos con un gesto de perplejidad en la cara. Cuando uno cree que ya sabe por donde va a venir Corcobado con sus canciones, Javier nos sorprende con un nuevo as en la manga. ¡Bien por él!

'A nadie' fue grabado el pasado verano en México, aunque los temas fueron compuestos en su mayoría en Almería —donde ha estado viviendo un tiempo—, con el grupo de músicos que le acompañó en su gira del anterior disco por esas tierras. Ese viaje y su estancia en tierras mexicanas queda reflejado en el documental 'Notas discontinuas de México', rodado por Rebeca Crespo en el 2004 e incluido como regalo en la primera edición de 'A nadie'.

En el documental podemos ver el paso de Corcobado por el Hard Rock Café de Ciudad de México y Guadalajara y las pasiones que levanta. Colas de jóvenes sin entrada intentando pasar a escuchar aunque sea las últimas canciones del concierto, colas de fans, tumultos asaltando la puerta de uno de los locales… Muchos de esos fans mexicanos son siniestros y góticos —algo que no he visto en sus conciertos españoles y me parece curioso por la diferencia de público que arrastra en España—. Uno de ellos cuenta que va a ser padre en breve y que va a dejar la ropa negra y las lentillas de vampiro para llevar una vida más normal y que el concierto de Corcobado lo considera un excelente final para su anterior vida.

Ahora, de vuelta a España y residiendo a caballo entre Madrid y el País Vasco, Javier Corcobado comienza su gira de conciertos para presentar 'A nadie'. No estarán con él los músicos mexicanos que han grabado el disco, pero se ha sabido rodear de una excelente banda de acompañamiento. Una vieja compañera de correrías en 'Los Chatarreros de Sangre y Cielo', Susana Cáncer, o Alicia Alemán —ambas conocidas por los lectores de soitu.es con sus trabajos en solitario— o el ex Enemigo Fino Oyonarte, son suficiente garantía para que, unidos a la intensidad que Javier Corcobado desprende siempre en un escenario, los conciertos de presentación de 'A nadie', sean toda una experiencia.