De pollitos y pollones

En estos tiempos de crisis, gracias a Dios no todas las noticias económicas son malas. Cuenta El País que, según un informe de la Comisión Europea, en los últimos diez años las drogas se han abaratado entre un 10% y un 30%. Analizando el texto con detenimiento el lector puede comprobar que el descenso de los precios afecta únicamente a las drogas ilegales. El Chinchón, el Malboro y la televisión siguen subiendo. Alcohol y tabaco son productos de primera necesidad.

La dueña del pollito.

La culpa del incremento del coste de los contenidos televisivos se debe a personajes como Liz, la concursante dominicana de la última edición de 'Gran Hermano', que ha salido en pelotas en la portada de Interviú. Excusa perfecta para ser entrevistada en diferentes programas de Telecinco, la cadena solidaria y comprometida (Doce meses, doce causas). En dichas entrevistas tratan temas muy interesantes, como cuánto le ha pagado la revista del Grupo Zeta (24.000 euros) o cuál es la situación económica y social de la República Dominicana: "Mi país está sin desarrollar, hay que salir de allí para ganar dinero. Yo he hecho la portada de Interviú por mi hijita de tres años", aseguró Liz. Pero el tema estrella fue una cuestión de carácter íntimo: la guapa muchacha despelotada tiene un pollito. No porque complemente sus ingresos faranduleros con la cría de gallinas u otras aves comestibles, sino porque sexualmente es insaciable. El pollito de Liz es un juguete erótico con forma de cría de ave doméstica que, serán mojigatos, no le dejaron introducir en la casa-concurso de Telecinco.

A falta de pollones, pollitos. Lo contrario que sucede con las televisiones locales, que en lugar de emitir documentales sobre especies de volatería inundan las noches con pollas sin plumas de todos los colores y todas las tallas. ¿Es normal que en una ciudad como Madrid, a las doce y media de la noche, se puedan ver media docena de películas pornográficas de manera gratuita?

En cualquier caso, la pornografía no está en el miembro que penetra, encula o eyacula tras un sinfín de ejercicios gimnásticos, sino en la mirada del espectador. Explíquenme, si pueden, por qué El Circo de Sol es arte y Nacho Vidal un marrano. Pues algo parecido pasa con los pollitos consoladores. Sucio es el que ve porquería en un trozo de plástico con dos pilas en las tripas y un ritmo cadencioso y sabrosón. "No quiero oír hablar más de esas guarrerías", dice la presentadora reconstruida quirúrgicamente después de llenar cada mañana la pantalla de excrementos.

La pornografía es un estado mental. No hay que ir muy lejos para encontrar cosas más sucias, guarras y depravadas que una orgía bien filmada, con las clásicas felaciones, las penetraciones por los orificios tradicionales, media docenita de coitos anales, algunos dobletes, y los esperados finales explícitos. ¿Saben que, finalmente, el Gobierno no asumirá la exhumación de víctimas de la Guerra Civil? ¿Y que la Asociación de la Prensa condena la agresión al periodista Manolo Lama y, al mismo tiempo, felicita al Real Madrid por tomar medidas contra los ultras, cuando más de 130 radicales blancos viajaron a Liverpool con entradas regaladas por el club? ¿Y que Esperanza Aguirre dice que la comisión de investigación del espionaje ha sido "un ejemplo de transparencia, luz y taquígrafos"?

P.D.

Compromisos de enorme importancia me impidieron ver anoche el partido del Atlético de Madrid. Pero lo grabé. Ruego a los lectores merengues se abstengan de darme pista alguna sobre el resultado, para poder disfrutarlo más adelante con tranquilidad. Muy agradecido.

Un motivo para no ver la televisión.

Buddy & Julie Miller.
Cd: Written In Chalk.
New West Records.

La pareja más brillante del country-rock de los últimos tiempos se descuelga con un disco brillante. El séptimo de Buddy, compositor, cantante y productor de Ohio. El sexto de Julie, la cantante y compositora tejana. Un trabajo con buenas canciones, excelentes músicos y algunas colaboraciones de postín, como la eterna Emmylou Harris o el zeppeliniano Robert Plant, definitivamente recuperado para la música con raíces norteamericanas.

'Written In Chalk' es un disco exquisito. Enorme el comienzo con un tema inolvidable ('Ellis County'), emotiva la sencilla intensidad de 'Menphis Jane', grandiosa la producción, un ejemplo de instrumentación luminosa sin pérdida de feeling. Hasta la portada y el libreto interior son un prodigio de buen gusto. Para sibaritas...