Vuelve la carne, adiós a los huesos

¡Alarma alarma! ¿Kate Moss embarazada? Un misterioso bulto que asomaba por debajo de su ropa parecía anunciar que su relación con el rockero Jamie Hince iba a dar su primer fruto. Pero nada más lejos de la realidad, ya que la modelo ha confesado que simplemente ha cogido algo de peso y que está convirtiéndose en una auténtica mujer. Después de casi dos décadas siendo la viva imagen del hambre, la top ha redescubierto los placeres de la comida y el descanso y ha echado tripilla sin que, por ello, nos podamos atrever a decir que está ni mucho menos gorda. Pero el hecho de que la Moss se haya atrevido por fin a mostrar su lado más femenino y menos anoréxico, ella que es trendsetter perdida, a lo mejor empieza a imponer un nuevo icono de belleza más saludable.

No era embarazo: eran unos kilitos más.

El caso es que Kate no es la única que ha sumado unos kilitos últimamente. Bien por exigencias del guión o bien porque han seguido la llamada de la naturaleza, algunas celebridades habitualmente flacuchas ahora muestran orgullosas sus curvas para susto de todos aquellos que no paran de achacárselas a un embarazo. La más llamativa es Eva Longoria, que para interpretar a Gabrielle Solís en la última temporada de 'Mujeres desesperadas' ha tenido que redondearse un poco más. Eso sí, ella asegura que sigue calzando una talla 0, algo así como una 34 o menos. Si ella lo dice… La recién casada Fergie tuesta sus carnes morenas felizmente en su luna de miel, sorprendiendo con un cuerpo mucho menos fibrado de lo habitual. ¿O será también la ausencia de Photoshop?

Otra que ha ganado unos kilos —aunque tampoco es exactamente la imagen de la salud— es Amy Winehouse, que en sus larguísimas vacaciones en Santa Lucía está algo más rellena. Más volumen pero sin atrevernos a decir jamás que gorda, simplemente algo más saludable que en otras ocasiones.

¿Qué le ha pasado a la estilizada Jessica Simpson? Que desde que es cantante de country debe de alimentarse mejor, porque ahora está lo que en el lenguaje masculino se conoce como buenorra. Con la ropa menos ceñida evitaría, eso sí, que algunos la llamen gorda, cuando en realidad está simplemente de buen ver. Claro, estamos en un mundo en el cual un diseñador ha vetado a Heidi Klum alegando que tiene sobrepeso, y donde un chupa-chups con patas es la reina mundial del estilo…

Las hay que han tenido que esperar a ser madres para decidirse a abandonar esas dietas espartanas que las mantenían a raya. No hay más que ver al ex saco de huesos Richie, que cuando tuvo a su hija empezó a tener volúmenes más normales, que no sobrepeso. Ahora que está embarazada de nuevo comienza a lucir orgullosa una incipiente tripilla. Otras dos que ya han dejado fluir a sus curvas libremente después de dar a luz son Salma Hayeck y Jennifer López, aunque esta última siempre ha presumido de culo gordo tan pichi.

Las hay que han oscilado de peso radicalmente como Lily Allen, que ahora ha alcanzado una talla bastante adecuada sin llegar a estar ni mucho menos esquelética. Es más, durante su promo americana se ha jactado de comer lo que le da la gana. Su amiga-enemiga Peaches Geldof, party animal como la que más, tampoco parece matarse de hambre, y luce tan contenta sus curvas en la playa.

Otras nunca han destacado especialmente por sus costillas marcadas y sus huesos de las caderas excesivamente sobresalientes. Scarlett Johansson, pura voluptuosidad, la animadora maciza Hayden Panettiere es toda curvas… De hecho, en la última lista publicada por los lectores (masculinos, claro) de la revista AskMen, las más deseadas son gente como Eva Mendes, Penélope Cruz o de nuevo Scarlett, mujeres bien poco delgaduchas. ¿Será verdad que vuelve la curva? Será, será…

* Ana Serrano es nuestra colaboradora de moda y belleza.