El 30 por ciento de los aparatos eléctricos y electrónicos de Castilla y León se reciclan en Palencia

Osorno (Palencia).-  La primera planta de reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos de Castilla y León, ubicada en Osorno (Palencia), permitirá el reciclaje de un 30 por ciento de los residuos de este tipo que se generan anualmente en la región y que superan las 30.000 toneladas.

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(EFE)

La consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz (2d) durante la inauguración de la planta de tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de INDURAEES.

La vicepresidenta primera y consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, María Jesús Ruiz, ha inaugurado hoy en Osorno (Palencia) este centro de tratamiento y gestión de residuos eléctricos y electrónicos de Castilla y León, puesto en marcha por la empresa Induraees a finales del pasado año.

Se trata de la primera instalación en Castilla y León que permitirá la gestión integral de todos los residuos eléctricos y electrónicos que se acumulan anualmente en los puntos limpios.

En la comunidad se acumulan anualmente 30.000 toneladas de este tipo de residuos y se prevé que la empresa Induraees trate en su primer año de funcionamiento el 30% de esos residuos, lo que permitirá revalorizar 9.000 que volverán al mercado en materiales reciclables, ha explicado Ruiz.

De esta forma, Castilla y León se colocará en los niveles deseados en cuanto a la gestión de residuos eléctricos y electrónicos y dará cumplimiento a la normativa europea, que obliga a los estados miembros a reciclar un mínimo de 4 kilos de este tipo de residuo por habitante y año, ha añadido.

Asimismo se dará justificación a la tasa que abonan los ciudadanos en la compra de cualquier aparato eléctrico o electrónico y que debe ser destinada a su reciclaje.

María Jesús Ruiz ha avanzado también que una vez que existe una empresa de estas características la administración ya puede exigir que se cumpla la normativa, tanto a los consumidores y distribuidores, como a los centros donde se almacenan, ya sean puntos limpios y plantas de trasferencia.

Para poner en marcha esta planta ha sido necesaria una inversión superior a los nueve millones de euros y en su primera fase cuenta con una plantilla de 25 personas, que se duplicarán durante su segundo año de funcionamiento.

La mayor parte de los empleos están ocupados por mujeres mayores de 40 años y la intención de la empresa es incorporar a personas con minusvalía, ya que las características de las instalaciones y la tecnología que se usa "permiten desarrollar el trabajo a cualquier persona", ha explicado el gerente de Induraees, Mariano Arana.

Arana ha insistido además en que se trata de un proyecto gestado por empresarios palentinos que demuestra que "en nuestra tierra somos capaces de poner en marcha empresas con tecnologías muy avanzadas".

En sus 20.000 metros cuadrados de superficie se tratan tres tipos de residuos: los de la denominada línea blanca (lavadoras, frigoríficos, etc), los de la línea marrón (televisores) y los de la llamada línea gris (teléfonos móviles y similares).

El tratamiento se hace por separado y en compartimentos estancos para evitar que los componentes peligrosos puedan emitirse a la atmósfera o verterse a las aguas subterráneas.

Una vez eliminados los residuos peligrosos como las pilas, el mercurio de los fluorescentes o los gases de efecto invernadero en los frigoríficos, el aparato es desmontado, triturado y clasificado para, a continuación, poder obtener los distintos elementos que lo forman y que serán distribuidos y vendidos a industrias consumidoras de los mismos, ha explicado el gerente de Induraees.

Los productos obtenidos, cobre, aluminio, hierro, cables o madera, se reintroducen en la cadena de producción para fabricar equipos nuevos con lo que se disminuye el consumo de materias primas no renovables.

Mediante este proceso se garantiza la recuperación de más del 95 por ciento de los materiales contenidos en los aparatos electrónicos, con lo que se elimina el daño ambiental que supondría su eliminación incontrolada, ha concluido Arana.