"Entre tierra y fe", homenaje a los moriscos expulsados del Reino de Valencia

Valencia.-  La Nau de Valencia acoge desde hoy la exposición "Entre tierra y fe. Los musulmanes en el Reino cristiano de Valencia (1238-1609)" que da a conocer, a modo de homenaje, la vida de los valencianos que profesaban el Islam en el Reino fundado por Jaume I y que tuvieron que elegir entre el apego a la tierra o su sentimiento religioso, cuando se ordenó su expulsión.

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(EFE)

Un joven observa algunos de los libros expuestos en la muestra "Entre tierra y fe. Los musulmanes en el Reino cristiano de Valencia (1238-1609) que organizan la Universitat de València y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales.

La muestra ha sido inaugurada por el vicerrector de Cultura de la Universitat de València, Rafael Gil, los comisarios Rafael Benítez y Juan Vicente García Marsilla y los representantes de las principales organizaciones participantes: la presidenta de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), Soledad López y el vicepresidente de la Fundación Bancaja, Vicente Montesinos.

La exposición, celebrada con motivo de la IV centenario de la expulsión de los moriscos, se divide en tres partes: la de los mudéjares (desde la conquista hasta la conversión), la de los moriscos (de la conversión a la expulsión) y la de la herencia islámica en tierras valencianas.

Las tropas de Jaume I conquistaron el antiguo "Sharq al-Andalus" en el siglo XIII que se convirtió en el Reino de Valencia, hecho tras el cual los musulmanes recibieron presiones aculturadoras para adecuarse a las costumbres cristianas y pasaron a ser denominados mudéjares, ha explicado el comisario Juan Vicente García.

Tiempo después, a estos musulmanes se les obligó a convertirse al catolicismo, pero muchos mantuvieron sus costumbres islámicas de manera oculta, los llamados moriscos, que fueron víctimas de la represión inquisistorial hasta que, finalmente, en 1609 se acordó su expulsión, comenzando por los musulmanes de los territorios valencianos.

Según indica otro de los comisarios, Rafael Benítez, se calcula que unos 125.000 moriscos fueron obligados a partir desde los puertos valencianos, sin contar aquellos que consiguieron ocultarse o los niños que fueron acogidos por familias cristianas.

El vicerrector de cultura ha manifestado que esta exposición tiene "la vocación de dar a conocer el mundo musulmán en nuestro territorio, pero de una manera didáctica" para que se pueda conocer "la limpieza étnica que supuso la expulsión de un tercio de la población del momento".

Para la Fundación Bancaja, el proyecto es "una llamada a la concordia entre grupos humanos" y desde SECC se ha apuntado que la muestra recuerda con rigor hechos históricos "de los que no podemos enorgullecernos".

La exposición, que ha tardado dos años en conformarse, ha sido posible gracias al préstamo temporal y la colaboración de más de 25 entidades públicas y privadas como los archivos del Regne de València, el de la Corona de Aragón, el Histórico Nacional, la Catedral y el ayuntamiento de Valencia, el Museo del Prado o Radio Televisión Española, entre otros.

La "joya" del proyecto expositivo, según la organización, es la colección de seis cuadros conmemorativos de la expulsión que reflejan el embarque de moriscos en los puertos de Dénia, Vinaròs y el Grau de Valencia, así como la llegada de los barcos a Orán o las sublevaciones de Cortes y Laguar.

Además, para los comisarios, la muestra cuenta con otras obras "únicas" como un Corán mudéjar de Segorbe, censos de poblaciones, catecismos para convertir a los musulmanes, documentos inquisistoriales, un cántaro utilizado para las bodas o mapas explicativos de la situación de las morerías en Valencia y de las zonas moriscas del Reino.