Eusko Tran concluye que el atropello se debió a una "imprudencia" del menor

Vitoria.-  El menor que el pasado martes resultó herido al ser atropellado por el tranvía de Vitoria cometió una "imprudencia" ya que accedió a la vía con el semáforo rojo para peatones y "sin comprobar" si llegaba un convoy, según se refleja en las conclusiones de la investigación interna abierta por Eusko Tran.

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(EFE)

El menor que el pasado martes resultó herido al ser atropellado por el tranvía de Vitoria cometió una "imprudencia" ya que accedió a la vía con el semáforo rojo para peatones y "sin comprobar" si llegaba un convoy, según se refleja en las conclusiones de la investigación interna abierta por Eusko Tran.

La empresa que gestiona este transporte ha finalizado ya la investigación llevada a cabo por técnicos de Eusko Trenbideak en relación a este accidente que tuvo lugar el martes en las inmediaciones de la parada de Wellington, en el barrio de Lakua.

Como consecuencia del atropello, el menor sufrió policontusiones, con fractura de acetábulo (en la pelvis) femoral izquierdo y fractura de la mandíbula derecha.

Según ha informado Eusko Tran en un comunicado, el joven accedió a la vía "sin comprobar la circulación de los tranvías y por un paso peatonal en el que los semáforos ordenaban parada para peatones".

En el momento del accidente el tranvía tenía vía libre para circular, el límite de velocidad "nunca fue rebasado en el trayecto" y el conductor actuó correctamente ya que accionó la campana de aviso y actuó sobre el freno de urgencia y de emergencia que "funcionaron correctamente", asegura el informe.

Según los datos extraídos, el tranvía circulaba en el momento del atropello a 35 kilómetros por hora cuando la velocidad máxima permitida en dicho tramo es de 50 kilómetros por hora.

Desde que se aplica el freno de urgencia hasta que la unidad se detiene pasan 5 segundos durante los cuales el tranvía recorre 23 metros.

El informe señala que circulando a una velocidad inicial de 38 kilómetros por hora la unidad tranviaria "necesita 25 metros para detenerse pero se detuvo en 23 metros".

El sistema "antiatrapamiento" funcionó también correctamente "y fue el que evitó que el menor fuera inmediatamente engullido por el tranvía tras el impacto" aunque el joven terminó debajo de la unidad debido al estado del terreno, con un césped irregular y blando, según el resultado de la investigación.

Eusko Tran ha subrayado que "una entrada súbita del peatón a la caja de la vía, tal y como se aprecia en las imágenes, y la situación del tranvía hacen imposible la detención de la unidad antes del impacto y, por tanto, hace inevitable el arrollamiento".

"A la vista de todas estas circunstancias, el accidente se produce por una imprudencia de la persona herida", concluye el informe.

La investigación también señala que el relato de los hechos expuesto por el chófer del tranvía coincide con lo que se ve en la recopilación de las imágenes extraídas de la grabación realizada por al cámara frontal con la que cuentan todas las unidades.

En dichas imágenes, según ha subrayado Eusko Tran, "se puede apreciar cómo en tranvía tenía el paso libre" y cómo el joven accidentado comienza a cruzar el paso peatonal con el semáforo para los viandantes en rojo.

Además, se ha comprobado que el joven "en ningún momento mira hacia el tranvía" y cuando se percata de la campaña de aviso y de la aproximación del convoy "en lugar de retroceder o permanecer quieto echa a correr en el último momento pensando que conseguirá pasar".

Asimismo, el informe señala que la visibilidad en el punto del accidentes "es buena" y que existe señalización semafórica para peatones, aunque se recomienda instalar adicionalmente señalización vertical u horizontal.