El perfil de parado de larga duración es una mujer, mayor de 45 años y sin cualificación

Pamplona.-  El perfil del parado de larga duración responde al de una mujer mayor de 45 años, procedente del sector servicios y sin cualificación, según un estudio realizado por la UGT que apuesta por la orientación profesional y la formación como herramientas principales para facilitar su inserción laboral.

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(EFE)

Varias personas sin empleo rellenan unos formularios en una oficina del INEM. EFE/Archivo

El estudio realizado por el Gabinete de Estudios de la UGT en 2008 ha sido presentado hoy por su autora, Beatriz Olagüe, en una rueda de prensa en la que también han participado la directora del Servicio de Observatorio de Empleo y Formación, Cristina Arcaya, y el secretario de Comunicación y Estudios de la UGT, Javier Larequi.

Por parado de larga duración se entiende a las personas de 25 años o más, que llevan más de un año en paro, y a los menores de 25 años, con más de seis meses de desempleo.

Según datos del Servicio Navarro de Empleo, en marzo de 2008 en Navarra había 23.586 personas en desempleo, de las que 6.281, el 26,6 por ciento, reunían esas características. De ellas el 73 por ciento son mujeres.

Además, el 95,7 por ciento son personas de 25 años o más, aunque el grueso se encuentra en las personas de 45 años y más que alcanza el 69 por ciento del total. El 18 por ciento tiene entre 55 y 59 años y el 16,5 por ciento más de 60 años.

Su nivel formativo en general es bajo y así el 71 por ciento posee el Graduado Escolar, similar o inferior; el 12,4 por ciento Formación Profesional de Grado Medio o Superior; un 8,4 por ciento Bachiller; y un 8,1 por ciento un título universitario.

El estudio refleja que las mujeres paradas de larga duración tienen mayor formación académica que los hombres: 8,5 por ciento de universitarias frente al 7 por ciento de los hombres y un 13,6 por ciento tiene estudios de FP frente al 8,8 por ciento de los varones.

Por sectores, la mayoría, tanto hombres como mujeres, proceden de los servicios, con un 50,1 y un 67 por ciento, respectivamente, seguidos de la industria, con un 32,8 por ciento de hombres y un 24,2 por ciento de mujeres.

En cuanto al lugar de procedencia, en Lodosa el peso de las personas que hace tiempo que no acceden al trabajo es menor que en los demás, un 15,48 por ciento, mientras que en el otro extremo se sitúa Aoiz, con un 31,77 por ciento. Tafalla es la zona donde los parados de larga duración son más jóvenes y en Estella mayores.

Del estudio se concluye que los parados de larga duración son, en su mayoría, mujeres, procedentes del sector servicios, de más de 45 años y sin cualificación, aunque también hay mujeres con titulación, que han dejado de trabajar durante un periodo largo de tiempo para cuidar a sus hijos o personas dependientes. En cuanto a los hombres tienen en su mayoría más de 50 años, experiencia laboral, pero no una cualificación específica.

A ellos hay que sumar unos colectivos con especiales dificultades para acceder al mercado laboral como son las personas a las que les ha sobrevenido con los años una incapacidad en el puesto de trabajo, las personas con discapacidad, las de etnia gitana, quienes sufren o han sufrido adicciones o que han sido privadas de libertad.

El desconocimiento del mercado laboral, la falta de motivación y la inseguridad son algunos de los problemas que los parados de larga duración se encuentran al acceder al mercado laboral. En el caso de las mujeres hay que añadir las dificultades para conciliar la vida familiar, personal y laboral.

Para mejorar su inserción laboral la UGT propone la realización de un seguimiento individual exhaustivo para poder crear un itinerario profesional claro; reconocer su experiencia profesional proponiéndoles itinerarios formativos necesarios para adquirir una cualificación; y aprobar incentivos económicos para su formación y ayudas para que puedan acceder a ellas.

Además recomienda a las empresas que planifiquen las posibles demandas de empleo futuras y que se forme a este colectivo; a los agentes sociales les insta a mejorar sus condiciones de trabajo y a incluir cláusulas en los convenios para contratar a un porcentaje determinado de estas personas y a las entidades locales a crear ayudas que potencien su contratación.

Finalmente la UGT considera necesario un Plan Industrial que incentive la inversión para incrementar la presencia industrial en las zonas más golpeadas por la desaparición del tejido empresarial y para que se asienten empresas que creen empleo.