Beirut, más hispano y electrónico

No hablamos de la ciudad. El proyecto de Zach Condon, que cumple aún sólo 23 años, ha ganado tanta fama con sus dos discos en solitario que habitualmente incluso aparece en Google por encima de la capital del Líbano. Considerado el Goran Bregovic de la modernidad, publica hoy, 16 de febrero, dos EP's que salen al mercado juntos.

Beirut es americano, pero su música siempre ha estado profundamente ligada a Europa del Este. Con 17 años realizó un viaje a París junto a su hermano que le marcaría para siempre. Allí conoció la música balcánica, de la que se enamoró hasta el punto de hacer de lo tabernero y lo étnico su identidad. Y a diferencia de las canciones que acuden a la desesperada a Eurovisión para conseguir el voto de las repúblicas ex soviéticas, Beirut ha sonado siempre trágico y 'cool' al mismo tiempo.

A pesar de haber pasado unos meses en Francia antes de la edición de su debut, 'Gulag Orkestar' (2006), no fue hasta su segundo álbum, 'The Flying Club Cup' (2007), cuando pareció darse cuenta de lo que le atraían Jacques Brel y Serge Gainsbourg, a los que imitó en algunas de las canciones de este disco.

En 2008, después de una gira mastodóntica por festivales y países de todos los colores (estuvo en el Primavera Sound), mandó un comunicado en el que venía a decir que se retiraba por tiempo indefinido porque el éxito estaba acabando con su carrera. Reconocía que su discurso sonaba al de las estrellas de siempre, pero era verdad. Sólo contaba con 22 años, su estilo exige la compenetración de una decena de músicos (para empezar él mismo no puede tocar la guitarra por una lesión en la muñeca) y la convivencia empezaba a ser insoportable.

No ha tardado en volver, ¿pero por qué publica un EP doble en lugar de un disco sencillo? Muy fácil: un EP no tiene nada que ver con el otro. El primero, 'March Of The Zapotec', suena a lo de siempre, pero está más influido por su reciente estancia en México, donde le sedujeron especialmente las marchas fúnebres. Ayudado por la Jiménez Band, decía haber conseguido un sonido más 'spanish'. Pensamos que como gringo podía estar equivocado, pero Zach sabe lo que dice: 'La Llorona', tema principal del EP, suena definitivamente hispana.

Por el contrario, el segundo EP, 'Holland', que no se vende de manera separada, presenta a un Beirut mucho más electrónico. De hecho no lo firma como Beirut sino como Realpeople, su proyecto de música electrónica anterior. No sorprende tanto porque en sus discos ya había incluido un par de canciones con maquinitas, pero ahora que se ha hecho famoso, el sonido de 'My Night With The Prostitute From Marseille' (vaya titulito) o 'No Dice' decepcionará a los amigos de un buen drama pero entusiasmará a los que veían en él a un pequeño genio capaz de hacer producciones muy diferentes entre sí.