Penetraciones mayores

El universo del sexo ofrece rincones de placer para los gustos más excéntricos y variados. Entre las vertientes de sexo duro se encuentra el 'fisting', que es la práctica sexual en la que se introduce una mano en la vagina o el ano. Al tratarse de una penetración extrema, requiere de muchísimo cuidado, mucha voluntad y todo un trabajo preparatorio. De ahí que podamos decir que es una práctica sexual que exige una gran dedicación.

M. A. Martín

Se podría considerar una práctica más común entre personas que disfrutan con situaciones extremas y de gran intensidad. Pueden ser heterosexuales, homosexuales... Hoy día es probable que sea más comúnmente realizada en círculos gays. No obstante, también tenemos conocimiento de mujeres que se han aficionado a la práctica del 'fisting' y que llegan a recomendarla en su blog, mostrando fotos o vídeos de sus sesiones recibiendo penetraciones mayúsculas.

En términos generales, para que el 'fisting' sea posible es necesaria la realización de un elaborado trabajo preparatorio. No es recomendable para parejas novatas e inexpertas, ya que conlleva algunos riesgos importantes. Aún realizándose con cuidado puede provocar lesiones de distintos tipos. Tampoco es recomendable para personas impacientes porque exige muchísimo tiempo, esfuerzo, buena voluntad y dedicación por ambas partes. Asimismo, es importante entender que su ejecución conlleva un proceso gradual. Puede llevar meses y años conseguir una penetración con la mano completa.

Actualmente, en el amplio mercado de juguetes eróticos, existen consoladores o dildos de, prácticamente, todos los tamaños. Desde unos muy pequeños y estrechos, hasta otros de dimensiones colosales. De no ser por la enorme cantidad de vídeos que pueden encontrarse en Internet y que dan fe de lo que ocurre en la intimidad de muchos, todo esto parecería increíble. Algunas personas, hombres y mujeres, con sus vídeos dan testimonio de su capacidad para ser penetrados por objetos exageradamente grandes, más grandes incluso que un puño. Seguro que en muchos casos, una cosa ha llevado a la otra, hasta jugar penetrando con objetos de magnitudes desmesuradas.

En cuanto al 'fisting' puro y duro, existen algunas variaciones, dependiendo de cómo es introducida la mano en el ano o la vagina. En su más tradicional forma —denominada 'pato silencioso'—, no se introduce la mano formando un puño. Más bien, con los cinco dedos se forma una especie de pico y, muy lentamente, se va introduciendo en el ano o la vagina bien lubricada. Una vez que la penetración sea completa, los dedos pueden formar un puño dentro o permanecer formando el pico.

Existe otra forma más agresiva, 'punching', en la cual sí se introduce el puño entero, bruscamente para luego sacarlo lentamente. Algunos expertos practicantes del 'fisting' llegan a introducir las dos manos en el ano o la vagina: 'doble fisting'. Con éste, los defensores de esta práctica afirman derivar su placer del intento de ensanchar el ano o las paredes de la vagina, más que del 'mete y saca'. Es ésta una técnica sólo apta para especialistas y también se le llama 'side prayer' —haciendo alusión al gesto de juntar las manos que se efectúa al orar—.

Algunas personas pueden sentir herida su sensibilidad tan sólo contemplando estos conceptos. Por lo que resulta obvio que es una práctica únicamente apta para personas transgresoras y deseosas de fuertes experiencias.

Tuvimos un paciente homosexual en consulta que nos contaba sus vivencias y reflexiones con respecto al 'fisting', pasivo y activo. Creía que uno de los aspectos que le había conducido a esta práctica había sido la monotonía y el aburrimiento en sus relaciones sexuales anteriores. Afirmaba que existía un fuerte componente psicológico y que generalmente era necesario un vínculo de mucha confianza entre las dos personas. Que cuando alguien conseguía una penetración completa por primera vez, y tras mucho tiempo labrando el camino, era porque psicológicamente la persona estaba lista. Consideraba que entonces se daba una subyugación del ego... También sostenía que la cantidad de atención que se da y que se recibe en el proceso es incomparable con la que se consigue casi en cualquier otra actividad.

Lo que sabemos son las consecuencias físicas que estas prácticas pueden acarrear. Piénsese que hay una gran distensión muscular en la zona y podría acelerar procesos de desprendimiento de útero y vejiga que con la edad muchas mujeres sufren debido a la pérdida de tono muscular. También es frecuente la incontinencia urinaria por ese motivo. En cuanto a la zona anal, hemorroides, fisuras y fístulas podrían aparecer como consecuencia de esas prácticas extremas.

¿Conocías la práctica del 'fisting'? ¿Cuál es tu reacción ante este tipo de práctica? ¿La practicas o la practicarías? ¿Conoces a alguien aficionado/a al 'fisting'?