La laguna de Gallocanta se revitaliza con las lluvias de los últimos meses

Zaragoza.-  Las lluvias de los últimos meses han mejorado de forma sustancial la situación de los humedales en Aragón, especialmente la de la Laguna de Gallocanta, que alcanza los 80 centímetros en estos momentos, una altura que sólo ha logrado cuatro veces en los últimos veinte años.

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(EFE)

Una bandada de grullas sobrevuela la laguna de Gallocanta, en Aragón. EFE/Archivo

La laguna de Gallocanta, uno de los lugares de España donde hibernan o descansan miles de aves, como las grullas, en su paso hacía el sur de la península y África, es la masa de agua salada interior más grande que hay en la península.

Situada entre las provincias de Zaragoza y Teruel, cerca de la histórica localidad de Daroca, este humedal se encuentra en uno de los mejores momentos de su historia reciente, aunque falta mucho para que alcance los 2,4 metros que llegó a tener en enero de 1974.

El agua de lluvia se filtra muy poco a poco en la tierra y sus efectos en los acuíferos se notan meses después, por esto han sido tan importantes las lluvias de los últimos meses, que asegurará el recurso hídrico en épocas de sequía, según han informado a Efe en la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Diego Bayona, gerente de la oficina de desarrollo socieconómico de la Laguna de Gallocanta, ha explicado a Efe que todo el agua procede de las precipitaciones, de las que caen directamente en el humedal o de las procedentes del acuífero que se encuentra debajo de la misma, que tiene.

La salinidad del agua de la laguna, que se debe a las peculiares característicias de esta tierra, compuesto por yesos y calizas, es de 16 gramos/litro, muy por debajo de la salinidad de los océanos, que es de unos 35 gramos/litro de media, aunque depende de las distintas áreas marítimas.

Los humedales como Gallocanta, que es la laguna estepaeria más grande de España, proporcionan un hábitat imprescindible para multitud de aves, además de ser un lugar vital para sus migraciones.

Gallocanta se extiende sobre unos 14 kilómetros cuadrados, está situada al suroeste de la provincia de Zaragoza y es el punto de España donde se más grullas en su migración del norte de Europa.

Este año, debido a la situación óptima de la laguna, se han podido contar en la laguna hasta 24.000 grullas, el doble que el año pasado, lo que ha supuesto una limitación del espacio disponible para otras especies, según ha destacado Diego Bayona.

Además de las grullas, se pueden observar en este humedal hasta más de doscientas esopecies distintas, desde el aguilucho a la cigüeñuela, el avefría, el pato colorado, la focha común, la avutarda o el ánade friso.

Gallocanta cumple con la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocido como el Convenio de Ramsar, firmado en esta ciudad Iraní en 1.971 y que tiene como objetivo la conservación de los humedales y su uso racional.

Este humedal es un espacio protegido, que obliga a los ayuntamientos y agricultores de la zona a cumplir una serie de medidas restrictivas de acceso, explotación de la tierra y otras de carácter medioambiental sobre unas 6.500 hectáreas.

Además Gallocanta, en la Comunidad Aragonesa hay otros proyectos para recuperar y restaurar humedales, como el de la Laguna del Cañizar, en la provincia de Teruel, el conocido como "Los ojos de Cimballa", del río Piedra, en la de Zaragoza, o el galacho de los Fornazos, un antiguo meandro del Ebro, en la localidad de Boquiñeni.