Joaquín Araujo dice que la actual crisis es el momento ideal de crear una economía ecológica

Alicante.-  La actual crisis es el momento "ideal" para reconducir las cosas y crear "una economía ecológica, capaz de satisfacer las necesidades en un alto grado de satisfacción", según ha afirmado el geógrafo y escritor Joaquín Araujo, considerado una de las voces más respetadas en el ámbito medio ambiental.

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(EFE)

El geógrafo y escritor Joaquín Araujo. EFE/Archivo

Éste será parte del análisis de la interacción entre el medio ambiente y la sociedad que Araujo expondrá esta tarde en la conferencia "Consumo, Contaminación y Cambio", dentro del "Ciclo Natural es Ciencia" organizado por la Diputación de Alicante.

Las asociaciones ecologistas y los expertos científicos han criticado estas últimas semanas el "consumo descontrolado" de la sociedad, que, para Araujo, consiste en consumir por "encima" de las reales necesidades.

Eso sí, el también periodista matiza: "La crítica no es al consumo, porque no hay vida sin consumo. Es al consumismo descontrolado, porque si no consumimos respecto a nuestras necesidades, consumiremos el mundo".

Araujo pone como ejemplo el consumo de agua en nuestra sociedad, que se encuentra en un volumen de 167 litros por persona y día, "muy por encima" de los 60 litros que cubrirían "perfectamente" las necesidades y con los que se viviría "de maravilla", cuando "más de la población mundial viven con sólo 15 litros de agua por persona".

En su opinión, se trata de consumir lo estrictamente necesario y de elegir los productos que no impliquen desigualdades sociales, como el comercio justo, "ejemplo de justicia en las transacciones a la hora de comprar los productos como a la hora de vender".

Sobre el consumo descontrolado, el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante reveló ayer que en la provincia ha descendido un 75 por ciento los visados de viviendas nuevas en 2008, al pasar de 31.655 en 2007 a un total de 8.103 el año pasado.

"El término burbuja inmobiliaria se queda corto, porque estábamos ante una verdadera ebullición. Se estaba construyendo muy por encima de lo necesario. Por tanto, cuando se desploma la capacidad adquisitiva de los consumidores, se da el batacazo de la construcción", ha expuesto.

Una de las consecuencias de ese consumismo exacerbado es la contaminación, que, como apunta, no es sólo ambiental, sino también "visual y de sentido de vida", porque "consumir mucho más supone contaminar mucho mas".

No obstante, Araujo echa en falta que en los análisis del Producto Interior Bruto (PIB) no entre el dato de la contaminación. "Si a los productos le quitáramos lo que cuesta la contaminación, más de la mitad no obtendrían beneficios", ha señalado.

"Un claro ejemplo de esto es el desastre de la Central Nuclear de Chernóbil. Solucionar ese desastre fue tan caro que se llevó el beneficio de todas las centrales nucleares de la antigua Unión Soviética", ha dicho.

En un ámbito más cotidiano, los automóviles responden a la misma lógica, porque si se junta el coste de su mantenimiento al energético y al dinero que invierte el Estado en reciclar los componentes, no compensan los beneficios que se obtienen de ellos.

"El automóvil no ha creado riqueza", sentencia como conclusión de su argumentación.

Con todo, la solución a esta crisis económica y ecológica pasa por un cambio de pensamiento. "Debemos vivir respecto a nuestras posibilidades y necesidades", ha resumido.

"El presidente de la cumbre de Doha, el propio Obama y los auténticos conocedores de la economía sostenible y ecológica van esa línea. Es el momento ideal para reconducir las cosas, porque si no, nos pasará como a nuestro planeta, que no puede dar más, porque ya lo ha pagado todo", ha incidido.