Emilio Botín, presidente de el banco Santander, parece haberle hecho caso a ese accionista que ayer, en el transcurso de la Junta de Accionistas de la entidad, sugirió al presidente cuidar más a los clientes ante casos como el de Madoff. Hoy, apenas 24 horas más tarde, el banco cántabro ha anunciado que devolverá el 100% de lo que invirtieron sus clientes en forma de participaciones preferentes (que viene a ser una especie de acciones pero sin derechos políticos para el inversor). Desde el banco aseguran que llevaban tiempo trabajando en esta alternativa.
Botín se reconcilia con sus clientes.
Pero que no todo el mundo se ponga a dar saltos. La entidad no se hará cargo del dinero que invirtieron los clientes institucionales (fondos de inversión, fondos de pensiones o compañías de seguros). La entidad considera que estos clientes conocían perfectamente el producto. Se dice en algunos corros que directamente pedían invertir en Madoff.
En total sus clientes afectados perdieron 2.330 millones de euros. De esa cuantía 1.380 corresponden a banca privada (los que cobrarán su dinero) y los 950 restantes se refieren a las plusvalías que habían rentado con Madoff (realmente no lo habían hecho porque, recordemos, este villano estafó a todo el mundo) y a inversores institucionales. Teniendo en cuenta que en su día el Santander dijo que el dinero de sus clientes en España invertido allí era de 320 millones se deduce que la mayoría de los estafados (más de 1.000 millones de euros) provienen de los clientes extranjeros del Santander.
De esta forma Botín se desdice de lo que proclamó tras saberse estafado: que su banco no se haría cargo de estafas realizadas por terceros. Esta es la segunda vez en unos meses (la primera fue el caso de Lehman Brothers) que la entidad cántabra se hará cargo de las pérdidas millonarias de sus clientes en productos de inversión fallidos.
"El Grupo ha tomado esta decisión dadas las excepcionales circunstancias que concurren en este caso y sobre la base de razones exclusivamente comerciales, por el interés que para el mismo tiene mantener su relación de negocio con dichos clientes", afirma la entidad en un comunicado.
Al banco, el reconciliarse con sus clientes (Botín dijo ayer que "el cliente es lo más importante") le costará 500 millones de euros. Este dinero lo descontará de los beneficios del año 2008, que se presentarán el próximo 5 de febrero. Si hacemos caso de las palabras del banquero —que ayer comentó que los resultados del año pasado serán "magníficos"— y de su promesa de hace siete meses —cuando aseguró unas ganancias de 10.500 millones de euros— esta cantidad no supondrá un gran agujero en sus cuentas.
El intento de reconciliación de Botín con sus Madoff-clientes se produce el mismo día en que se ha interpuesto una demanda colectiva contra el banco desde el otro lado del Atlántico. En la denuncia se acusa a la entidad cántabra de conocer que Madoff era una estafa y ocultarlo a sus clientes y se le reclama una compensación por las pérdidas sufridas.
Desde el Santander aseguran que ya se llevaba tiempo pensando en la alternativa de las participaciones preferentes y que , en ningún caso, tiene relación con la demanda interpuesta esta misma mañana.
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