Sobre el disparo en el pie de Google

Esta nota en la que criticaba la interrupción de ciertos servicios por parte de Google es una de las que más comentarios ha suscitado.

Por lo tanto, vale la pena seguir la conversación aquí.

Seamos claros: Google tiene todo el derecho de parar lo que quiera cuando quiera, pero, a diferencia del motor de búsqueda, que lo puedo cambiar de la noche a la mañana, los servicios como Reader, Notebook y Docs implican que guarde ahí informaciones, que me cree costumbres.

No hay ninguna duda sobre el hecho de que Google me deja recuperar mis informaciones. Está bien, pero es lo de menos.

Lo que me ha molestado y me sigue molestando (incluso después de haber leído los comentarios) es que el paso a la informática "en la nube" todavía es incierto. Somos muchos los que dudamos. Demostrarnos, como acaban de hacerlo, que se puede congelar un servicio de la noche a la mañana enfriará a los menos convencidos. Ahí es donde se disparan en el pie.

Una aclaración: nos podemos quedar con Notebook, pero van a parar la extensión ("we will no longer support the Notebook Extensión"), es decir, la interfaz que lo hacía realmente cómodo, superior a otros servicios comparables.

En resumen: tienen derecho, no pasa nada, pero no es inteligente.

Me chocan dos reacciones: que sorprenda que yo proteste contra la alteración de un servicio que es totalmente gratuito y que contrarie que critique a una empresa que nos propone servicios tan geniales.

Lo gratuito es la nueva forma inteligente de hacer dinero. Nada más. Las empresas que adoptan este modelo entran en una relación comercial con los usuarios que no debería ser muy diferente de la que se establece mediante un servicio de pago.

[La imagen representa una página de Flickr en la que se ve al mismo tiempo a gente que propone "Free hugs" (abrazos gratis) y publicidad de productos que proponen "Free hugs"]

Pero lo más importante es que la gratuidad es también una ilusión. Pagamos en otra parte. Pagamos de otra forma. Ofreciendo servicios con publicidad y servicios sin publicidad, Google funciona como una tienda que ofrece productos con pérdidas y productos con un gran margen de beneficios.

En fin: Google es genial, Microsoft es genial. Apple es genial. Cada una de estas empresas tiene (de forma distinta) virtudes y vicios. Por grandes que sean estas compañías, pueden equivocarse como todas las demás. E incluso si no se equivocaran, aún tendríamos el derecho, el deber sin duda, de criticarlas, de decir lo que pensamos.

En resumen: continúo…