¿Cómo llevará Obama todas sus cosas a la Casa Blanca?

Después de que Barack Obama haya jurado su cargo el 20 de enero, él y su familia se mudarán a la Casa Blanca. Pero, ¿cómo llevará el presidente electo todas sus pertenencias a su nuevo hogar? ¿Alquilará los servicios de una empresa de mudanzas?

Slate

Un camión de mudanzas espera en la Casa Blanca.

Sí. El presidente electo es el responsable de gestionar el transporte de sus muebles, ropas y efectos personales desde Chicago a un almacén de la Casa Blanca en Maryland (donde también guardan antigüedades, adornos de Pascua, pinturas, etcétera). El Servicio Secreto supervisa todo el proceso, que normalmente tiene lugar la semana antes de la toma de posesión. Escolta a los vehículos de mudanzas y oculta todos los objetos (libros, escritorios, sillas) antes de entrar en el almacén. Pero Obama tiene que correr con los gastos de transporte, ya sea con fondos propios o con dinero obtenido para su campaña o 'transición' hasta llegar al poder.

Una vez que las cosas del nuevo presidente estén en el suelo de la Casa Blanca, los empleados de la residencia custodiarán sus posesiones. El jefe de servicio, que coordina el día de la mudanza, da a los empleados planos y fotos de la Casa Blanca que indican dónde va cada objeto. (La primera vez que Obama visitó la Casa Blanca después de las elecciones, él y el jefe de servicio discutieron la disposición de los muebles, las preferencias de comida y otros asuntos logísticos).

El día de la toma de posesión, la mudanza dura unas seis horas. Empieza a las 10:30 a.m., cuando el actual presidente y la primera dama beben el tradicional té con el presidente electo antes de dirigirse a la Colina del Capitolio para el juramento. Cuando se van, la plantilla de 93 personas se pone a toda marcha. (No contratan ayuda externa por razones de seguridad y también de privacidad.) El personal de operaciones lleva las cosas pesadas, mientras que una parte del servicio doméstico ayuda a preparar los dormitorios, los conservadores se aseguran de que los muebles y la decoración sean sólo eso, los floristas se preocupan de los arreglos florales y los chefs prepararán la cena tras la ceremonia. Al mismo tiempo, los empleados sacan todas las pertenencias del ex presidente. Los objetos se cargan en cajas, que se meten en furgonetas y luego en aviones militares de transporte que llevan todo a la nueva residencia del antiguo presidente. Con sólo dos ascensores, es un caos organizado.

¿Quién paga todo esto? El Congreso elabora un presupuesto anual de residencia, que recibe unos pocos fondos extra cada cuatro años para cubrir los costes de mudanza, tales como equipamiento para empaquetar y las horas extra para los miembros de la plantilla. La familia del presidente recibe también fondos de redecoración que cubren la pañería, alfombras, pinturas y otros costes.

* Este artículo se ha publicado originalmente en el medio digital estadounidense Slate.